El golpe económico a la región podría generar una nueva ola migratoria desde Centroamérica hacia Estados Unidos. En Washington lo saben y están desde ahora tratando de evitarlo. Las autoridades estadounidenses también observan cómo se decidirá el futuro de Nicaragua el próximo año, cuando están previstas las elecciones presidenciales, acerca de las que Estados Unidos tiene una meta clara: que sean libres y transparentes.
Asimismo observan con detenimiento los movimientos de China en la región. Así lo explicó Hugo Rodríguez, secretario de Estado adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado, en entrevista con la Voz de América.
Jorge Agobian: Estados Unidos destinó 252 millones de dólares adicionales a Centroamérica. ¿Cuál es el total de la ayuda de Estados Unidos a Centroamérica?
Hugo Rodríguez: Bueno, no tengo esa cifra completa frente a mí, pero puedo decirte que en mayo, el Secretario de Estado anunció $ 258 millones para los países de Guatemala, Honduras y El Salvador. Y luego, en junio, la cantidad a la que acabas de hacer referencia, $ 252 millones de asistencia adicional para esos tres países. Así que eso fue solo en los últimos meses en reconocimiento a nuestro deseo de ayudar a desarrollar la sociedad civil, ayudar a desarrollar oportunidades de creación de empleo, fortalecer el gobierno y brindar oportunidades de desarrollo en el Triángulo del Norte de Centroamérica.
JA: Esa ayuda financiera ¿también irá para la pandemia en la región?
HR: No específicamente. Hay asistencia adicional que el Congreso destina especialmente para financiar la pandemia de COVID-19. La llamamos Asistencia Suplementaria COVID, pero parte de esa ayuda que enviaremos, la ayuda que acabamos de mencionar, será para programas del sector de la salud, lo que contribuirá en la respuesta a la pandemia. Y como mencioné, gran parte de esto se trata de crear empleos, lo cual, como sabes, realmente será uno de los factores importantes a medida que avancemos en esta pandemia, que es cómo hacer que estas economías vuelvan a funcionar.
JA: La migración desde el Triángulo Norte se redujo en más del 70% antes de la pandemia, pero COVID-19 está afectando económicamente a estos países, e históricamente, afectar las economías de esos países significa que las personas vengan a Estados Unidos. Entonces, ¿tienen algún plan para evitar una posible nueva ola de migrantes a Estados Unidos?
HR: Creo que somos muy sensibles a la necesidad de que las personas en Centroamérica tengan acceso a trabajos de calidad para poder alimentar a sus familias, e históricamente, si no podían encontrar esas oportunidades en casa, emprendían un viaje peligroso hacia el Norte para tratar de encontrar trabajo y oportunidades en Estados Unidos. Entonces somos sensibles a eso. Y hemos estado trabajando estrechamente con los gobiernos de Honduras, El Salvador y Guatemala para buscar formas de incentivar a las familias a quedarse en casa. ¿Cómo impulsamos la inversión? ¿Cómo creamos empleos? ¿Cómo mejoramos la seguridad y el estado de derecho para que las personas se sientan involucradas con su país, entendiendo que estamos en un mundo nuevo? Correcto. Es algo que ninguno de nosotros ha anticipado. Y creo que es una apuesta bastante segura que la presión económica, no solo en América Central, sino en México y en los Estados Unidos va a ser enorme.
Todos tendremos que encontrar formas de hacer que las personas vuelvan a trabajar. Y de modo que, sí, lo estamos. Estamos atentos a eso. Estamos en conversaciones con países socios en todo el hemisferio sobre cómo podemos cooperar para crear empleos y oportunidades.
JA: ¿Qué hay de los tratados de asilo que Estados Unidos tiene con Guatemala, por ejemplo?
HR: La mejor manera de pensar acerca de nuestra cooperación con Guatemala y con Honduras y El Salvador es nuestro, nuestro deseo, es que las personas que realmente necesitan apoyo de asilo puedan encontrarlo más cerca de casa. Entonces, en lo que esta administración se ha centrado mucho es en desarrollar la capacidad en esos países para ofrecer ese apoyo en la región de modo que el primer lugar donde encuentre ayuda no esté acá en la frontera de Estados Unidos. Está en su vecindario y está más cerca de su hogar. Para que, una vez que las condiciones mejoren, usted esté más cerca de volver con su familia, a su vecindario, a su país. Así que, eso es en lo que hemos estado trabajando constantemente con Guatemala, Honduras, y por supuesto, con un tremendo apoyo también en México.
JA: Hablando sobre Nicaragua...En 2021 habrá elecciones presidenciales en Nicaragua. ¿Busca la política de EE.UU. generar un cambio antes de esas elecciones?
HR: ¿Un cambio en el liderazgo en Nicaragua? No. En lo que estamos enfocados es en ayudar a los ciudadanos nicaragüenses a crear condiciones en las que puedan tener una verdadera voz en la elección del próximo líder de su país. Entonces esta no es una política impulsada por Estados Unidos. Esto viene de voces dentro de Nicaragua. Los ciudadanos allí, quieren poder ir a las urnas y elegir a las personas que escojan. Y por eso estamos muy enfocados en crear esas condiciones. Y nuestro mensaje ha sido todo el tiempo:
Queremos que el régimen de Daniel Ortega deje de socavar la democracia, desista de sus abusos contra los derechos humanos y regrese a una situación en la que pueda haber elecciones libres y justas, donde puedan establecerse partidos, que las personas puedan registrarse para votar y puedan votar por quien ellos quieran. De modo que ese es el objetivo de nuestros esfuerzos en Nicaragua.
JA: Si Ortega resultara reelegido en Nicaragua, ¿cómo va a actuar Estados Unidos?
HR: La pregunta es realmente, ¿son justas esas elecciones?
En un mundo perfecto tenemos mucho trabajo por hacer para volver a una situación en la que cada voto de los ciudadanos nicaragüenses cuente para la elección de un presidente. Y entonces, no quiero ir y predecidir cómo se llevarán a cabo esas elecciones, pero podría ver una situación en la que si las elecciones fueran libres, justas y reconocidas internacionalmente, Estados Unidos aceptaría los resultados de esa elección.
JA: Hemos visto sanciones al gobierno de Ortega desde Estados Unidos, y es parte de la misión diplomática de Estados Unidos: Venezuela, Nicaragua y Cuba. Pero además de las sanciones, ¿qué ha cambiado en la política de Estados Unidos hacia el gobierno de Nicaragua?
HR: Nuestra política ha sido y sigue siendo que queremos que el hemisferio occidental sea el hemisferio de la democracia, el hemisferio de la libertad. Y mencionaste a Venezuela y a otros. Creo que la política sigue siendo la misma. ¿Sabes?, queremos que las personas puedan tener una voz en su futuro para poder elegir a sus líderes. Y eso es lo que seguimos buscando en Nicaragua.
JA: Hablando sobre China y América Central. ¿Cuán fuerte es la relación entre Estados Unidos en la región, teniendo en cuenta la presencia de China?
HR: Estados Unidos tiene una larga relación histórica con las naciones del hemisferio occidental, y es una relación que se basa en valores mutuos, y entre esos valores está la transparencia y la igualdad de oportunidades. Y si bien reconocemos que China tiene un papel constructivo como la segunda economía más grande del mundo, cada vez más vemos que China está en desacuerdo con las normas mundiales cuando se trata de transparencia y los principios de un mercado abierto, de modo que, a medida que continuamos profundizando nuestras relaciones en la región, damos la bienvenida, ya sabes, a otros que desean jugar con reglas justas. Pero cada vez más vemos que China no está regida por esos mismos principios. Ya sabes, puedo hablar específicamente sobre el tipo de postura evasiva que China ha tomado con respecto a su papel en COVID, como un ejemplo. Y creo que lo haríamos, daríamos la bienvenida a un socio chino que fuera libre, justo y transparente. Pero cada vez más, no estamos viendo eso en la región. Entonces, creo que vamos a seguir denunciando a China por sus prácticas que van en contra de nuestras normas y nuestro modelo de transparencia e igualdad.
JA: Y finalmente, China continúa buscando expandir la red 5G en América Central y en la región, y Estados Unidos ha estado particularmente preocupado sobre los retos de seguridad. ¿Cómo está siendo manejado esto?
HR: Bueno, creo que hay desafíos de seguridad con los productos que China está vendiendo. Y también hay grandes interrogantes sobre cómo venden estos productos y si su precio está de acuerdo al costo o si se venden a bajo precio para comprar acceso de mercado y, potencialmente, ya sabes, sistemas de puertas traseras en incentivos en América Latina. Entonces, ¿cómo estamos enfrentando eso? Estamos haciendo todo lo posible para asegurarnos de que los gobiernos de la región entiendan lo que obtienen cuando hacen negocios con China. Buscamos promover otras alternativas, no solo estadounidenses, sino también otros productos y marcas de calidad en la región y simplemente compartimos información. Deberías saber en qué te estás metiendo. Y mientras China busque comprar cuota de mercado a precios bajísimos y luego aprovechar su posición, los vamos a denunciar.
JA: Gracias por su tiempo.
HR: Muy bien. Gracias a ti. Ha sido un placer platicar contigo.