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Jefe del Censo no tuvo aviso previo sobre exclusión de inmigrantes indocumentados


Steven Dillingham, jefe del Buró del Censo, testifica antes el Comité de supervisión y reforma de la Cámara baja, el miércoles 29 de julio de 2020.
Steven Dillingham, jefe del Buró del Censo, testifica antes el Comité de supervisión y reforma de la Cámara baja, el miércoles 29 de julio de 2020.

Steven Dillingham testificó sobre la orden ejecutiva que afecta el censo de 2020, el recuento que se hace una vez por década de cada persona que vive en el país y sus cinco territorios.

El director de la Oficina del Censo de Estados Unidos declaró el miércoles que no recibió una notificación previa sobre una orden de la administración Trump que pedía que los inmigrantes indocumentados fueran excluidos del censo nacional.

El presidente Donald Trump emitió una orden ejecutiva a principios de este mes en la que argumentó que tener personas en el país ilegalmente afecta la representación en el Congreso y que eso "sería una perversión de nuestros principios democráticos".

Steven Dillingham fue llamado ante el Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes de EE.UU. para analizar la orden que afecta el censo de 2020, el recuento que se hace una vez por década de cada persona que vive en el país y sus cinco territorios.

El censo tiene grandes implicaciones para la nación. Los resultados se utilizan para decidir cuántos escaños del Congreso obtiene cada estado, así como la asignación de cientos de miles de millones de dólares en gastos federales.

Dillingham dijo a los legisladores que no sabía si algún miembro del personal de la Oficina del Censo estuvo involucrado en la redacción de la orden, que ha sido calificada de inconstitucional por los grupos de derechos civiles.

Los demócratas que presiden el Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes dijeron que la orden de Trump iba en contra de las garantías previas de los funcionarios de la administración que se comprometieron en audiencias anteriores a realizar un conteo completo que incluye a todos los que residen en los Estados Unidos.

Pero los republicanos dijeron que la orden era constitucional, argumentando que la orden del presidente se aplicaba solo a la redistribución de los distritos del Congreso, no al recuento o cómo se distribuyen los $ 1.5 billones del gasto federal.

La Oficina del Censo se vio obligada a suspender las operaciones de campo en marzo y abril debido a la pandemia de coronavirus. La fecha límite para terminar el conteo se extendió del 31 de julio al 31 de octubre.

Dillingham también ofreció en su testimonio que, a pesar de la pandemia de coronavirus, la auto-respuesta del censo de 2020 ha sido un "tremendo éxito".

“Ahora estamos en casi el 63 por ciento, con más de 92 millones de hogares contados. Alrededor del 80 por ciento ha optado por responder utilizando Internet. Nuestro sistema de respuesta no ha tenido un solo minuto de inactividad desde que invitamos por primera vez a las personas a responder en línea, a partir de marzo”, dijo.

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