La reunión del presidente estadounidense Joe Biden con seis beneficiarios del programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA por sus siglas en inglés) el viernes en la Casa Blanca, envió un mensaje claro al país: el gobierno está dispuesto, en medio de la pandemia, a enfrentar el tema de la migración con prioridad y de manera amplia.
La frontera sur y la política hacia el Triángulo Norte, con los desafíos institucionales de cada país, presenta un serio desafío para Biden, quien hizo de este tema, uno de sus promesas de campaña.
El programa Foro analizó la situación y el panorama que tanto internamente como internacionalmente enfrenta esta administración, que invierte fuertemente en el diálogo, los derechos humanos y la transparencia en la región.
María Fernanda Bozmoski, Directora del programa de América Latina del Atlantic Council y Joseph Humire, experto en seguridad e inmigración, Director Ejecutivo del Centro Para una Sociedad Libre y Segura, analizan las opciones del Presidente Biden en Inmigración, Triángulo Norte y desarrollo hemisférico.
Frontera sur, más difícil de lo esperado
Para Humire, analizar lo que sucede en al frontera sur como un fenómeno que solamente involucra a Centroamérica y México, es incorrecto.
“Por el momento se está mirando solamente el fenómeno centroamericano pero existe también el fenómeno venezolano, que es la migración mas grande del Hemisferio Occidental, también en el Caribe está el fenómeno de Haití en donde más de 500.000 migrantes han salido de ese país desde 2018. Así que no es solo Centroamérica”, dijo.
Bozmoski por su parte destacó que Estados Unidos debe permitir que cada país resuleva sus propios problemas y no intervenir en sus políticas.
“Lo mejor que puede hacer la administración Biden es apoyar a esos países a resolver sus propios retos y problemas. Yo creo que con la respuesta que vimos sobre lo que está pasando ahora en El Salvador, respondiendo de frente, creo que eso es lo mejor”, comentó.
Seguridad y pandemia agregan incertidumbre
La seguridad, según Humire, debe ser prioritario para Estados Unidos. La ola de migrantes que tratan de ingresar a Estados Unidos, según él, afecta la seguridad del país y e sun tema al que se debe poner mucha atención.
“Hay dos cosas. Lo primero es la capacidad, no hay suficiente capacidad para atender el flujo de migración que está pasando en este momento. Por lo general la migración es positiva para Estados Unidos, solo que no al mismo tiempo. La frontera no esta diseñada para atender 6.000 aprehensiones de migrantes cada día. En segundo lugar, en términos de seguridad, hay un fenómeno que en español se llama Migración Irregular de País Especial, es una lista de países en donde hay alta presencia de grupos terroristas, mayormente en el Oriente Medio, África y el Sur de Asia”, sostuvo el experto.
En cuanto a la pandemia y la forma en que la vicepresidente Kamala Harris, coordinadora de todo lo relacionado con la frontera sur, México y el Triángulo Norte, ha desarrollado su labor, Bozmoski cree que aún hay una larga tarea por hacer.
“El comienzo de la vicepresidenta Harris fue un poco lento. Es una labor súper compleja. Tanto la vicepresidente Harris como el presidente Biden tienen interés en apoyar a la región en el tema de las vacunas. Estas es una crisis socioeconómica que va a ser agravada por este tema de la vacunación. Para llevar la prosperidad a Centroamérica y el Caribe hay que priorizar llevar vacunas a estos países”, dijo.
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