La reforma sanitaria impulsada por el presidente de los EE.UU., Barack Obama, y ratificada por la Corte Suprema el pasado jueves 28 de junio tiene divididos a los estadounidenses, según una encuesta difundida por Gallup y USA Today.
Según el estudio, el 46% de los ciudadanos están de acuerdo con la decisión de la Corte Suprema sobre la constitucionalidad de la reforma sanitaria, mientras que otro 46% se halla en desacuerdo.
Los más divididos son los independientes, mientras que la mayoría de los demócratas apoyan la ley y los republicanos la condenan.
La mayoría de los estadounidenses, asimismo, mantendrían la ley en vigor: un 21% la modificaría, mientras que un 13% la dejaría intacta. Un 31% de participantes, por su parte, preferirían derogar la ley en su totalidad.
La ideología, según los participantes, es determinante en la aprobación de la reforma: el 64% sostiene que las posiciones políticas de los jueces influyeron en la decisión de la Corte Suprema, mientras que un 29% está en desacuerdo con esta afirmación. Los ciudadanos simpatizantes con el Partido Republicano, además, dan más importancia a este hecho (un 80% así lo cree), frente a un 47% de demócratas.
En este sentido, y como arrojan los resultados, uno de cada cinco ciudadanos norteamericanos asegura que votará a un candidato basándose en su opinión sobre la reforma sanitaria. Para un 59%, la ley de salubridad será uno de los factores relevantes a la hora de decidir qué candidatura apoyar. Sólo un 12% apenas tendrá en cuenta esta ley cuando acuda a las urnas en noviembre.
Los resultados de otro estudio elaborado por Rasmussen Reports, otra encuestadora, coinciden con los de Gallup a grandes rasgos, aunque no de manera tan divisoria. Según Rasmussen, un 52% de los estadounidenses están a favor de la reforma sanitaria, mientras que un 39% se opone a ella.
Según el estudio, el 46% de los ciudadanos están de acuerdo con la decisión de la Corte Suprema sobre la constitucionalidad de la reforma sanitaria, mientras que otro 46% se halla en desacuerdo.
Los más divididos son los independientes, mientras que la mayoría de los demócratas apoyan la ley y los republicanos la condenan.
La mayoría de los estadounidenses, asimismo, mantendrían la ley en vigor: un 21% la modificaría, mientras que un 13% la dejaría intacta. Un 31% de participantes, por su parte, preferirían derogar la ley en su totalidad.
La ideología, según los participantes, es determinante en la aprobación de la reforma: el 64% sostiene que las posiciones políticas de los jueces influyeron en la decisión de la Corte Suprema, mientras que un 29% está en desacuerdo con esta afirmación. Los ciudadanos simpatizantes con el Partido Republicano, además, dan más importancia a este hecho (un 80% así lo cree), frente a un 47% de demócratas.
En este sentido, y como arrojan los resultados, uno de cada cinco ciudadanos norteamericanos asegura que votará a un candidato basándose en su opinión sobre la reforma sanitaria. Para un 59%, la ley de salubridad será uno de los factores relevantes a la hora de decidir qué candidatura apoyar. Sólo un 12% apenas tendrá en cuenta esta ley cuando acuda a las urnas en noviembre.
Los resultados de otro estudio elaborado por Rasmussen Reports, otra encuestadora, coinciden con los de Gallup a grandes rasgos, aunque no de manera tan divisoria. Según Rasmussen, un 52% de los estadounidenses están a favor de la reforma sanitaria, mientras que un 39% se opone a ella.