El exsenador republicano Chuck Hagel, recién nominado por el presidente Barack Obama como nuevo jefe del Pentágono, encara sin dudas preguntas incómodas y la reticencia de muchos legisladores de su propio partido a darle el visto bueno cuando se produzcan las audiencias para confirmarlo en el cargo.
Tan pronto como trascendió que el veterano de la Guerra de Vietnam era el elegido por el presidente Barack Obama para reemplazar a Leon Panetta como secretario de Defensa, se dejaron escuchar las voces de varios senadores republicanos que le cuestionan, entre otras cosas, por sus posturas frente a Israel y al régimen de Irán.
Aunque el líder de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, dijo que se reservaba su opinión y que Hagel tendrá una audiencia de confirmación justa, el senador de ese partido por Carolina del Sur, Lindsey Graham, indicó que el postulado sería el jefe del Pentágono “más antagónico con el estado de Israel” que haya visto el país.
Desde que su nombre salió a flote el año pasado como uno de los potenciales candidatos a ocupar el puesto, legisladores conservadores que lo consideran demasiado moderado criticaron duramente su postura proclive a que Israel negocie con los palestinos y también su oposición a algunas de las sanciones adoptadas contra Irán.
Quienes simpatizan con la nominación del exsenador por Nebraska señalan que Hagel apoyó a Israel votando a favor de concederle ayuda militar y pidiendo un acuerdo de paz con los palestinos que no comprometiera su identidad como estado judío. Y que además respaldó tres proyectos de ley sancionando a Irán.
Pero el domingo, el senador republicano por Texas John Cornyn dijo que la ratificación de Hagel en el puesto sería “el peor mensaje posible” para Israel y para otros aliados de Washington en el Oriente Medio, aunque no dejó en claro si piensa bloquear su nominación en el Senado.
Otro senador recién electo por Texas, Ted Cruz, dijo a la cadena de noticias FOX que “es muy difícil” imaginar que él vaya a respaldar la confirmación del exlegislador.
Hagel, de 66 años, ha criticado las discusiones sobre un ataque militar bien de EE.UU. o de Israel contra Irán, y también ha molestado grandemente a quienes respaldan a Israel con sus referencias al “cabildeo judío” en Washington, además de que se le atribuye el apoyo a esfuerzos para que Irán se siente a la mesa de futuras conversaciones de paz en Afganistán.
El senador también ha sido blanco de ataques de parte de grupos que defienden los derechos de los homosexuales por haber dicho en 1998 que un nominado para embajador de EE.UU. era “abierta y agresivamente gay”. Hagel se disculpó luego por sus comentarios.
Tan pronto como trascendió que el veterano de la Guerra de Vietnam era el elegido por el presidente Barack Obama para reemplazar a Leon Panetta como secretario de Defensa, se dejaron escuchar las voces de varios senadores republicanos que le cuestionan, entre otras cosas, por sus posturas frente a Israel y al régimen de Irán.
Aunque el líder de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, dijo que se reservaba su opinión y que Hagel tendrá una audiencia de confirmación justa, el senador de ese partido por Carolina del Sur, Lindsey Graham, indicó que el postulado sería el jefe del Pentágono “más antagónico con el estado de Israel” que haya visto el país.
Desde que su nombre salió a flote el año pasado como uno de los potenciales candidatos a ocupar el puesto, legisladores conservadores que lo consideran demasiado moderado criticaron duramente su postura proclive a que Israel negocie con los palestinos y también su oposición a algunas de las sanciones adoptadas contra Irán.
Quienes simpatizan con la nominación del exsenador por Nebraska señalan que Hagel apoyó a Israel votando a favor de concederle ayuda militar y pidiendo un acuerdo de paz con los palestinos que no comprometiera su identidad como estado judío. Y que además respaldó tres proyectos de ley sancionando a Irán.
Pero el domingo, el senador republicano por Texas John Cornyn dijo que la ratificación de Hagel en el puesto sería “el peor mensaje posible” para Israel y para otros aliados de Washington en el Oriente Medio, aunque no dejó en claro si piensa bloquear su nominación en el Senado.
Otro senador recién electo por Texas, Ted Cruz, dijo a la cadena de noticias FOX que “es muy difícil” imaginar que él vaya a respaldar la confirmación del exlegislador.
Hagel, de 66 años, ha criticado las discusiones sobre un ataque militar bien de EE.UU. o de Israel contra Irán, y también ha molestado grandemente a quienes respaldan a Israel con sus referencias al “cabildeo judío” en Washington, además de que se le atribuye el apoyo a esfuerzos para que Irán se siente a la mesa de futuras conversaciones de paz en Afganistán.
El senador también ha sido blanco de ataques de parte de grupos que defienden los derechos de los homosexuales por haber dicho en 1998 que un nominado para embajador de EE.UU. era “abierta y agresivamente gay”. Hagel se disculpó luego por sus comentarios.