Casi 170 menores de edad fueron rescatados de la pesadilla de vivir siendo víctimas de la prostitución infantil en Estados Unidos.
Como parte de la Operación Cross Country realizada en más de 100 ciudades se detuvo al menos a 281 proxenetas, quienes ofrecían y vendían los favores sexuales de las víctimas, en su mayoría, a través de internet.
Este equipo conjunto del FBI, el Departamento de Justicia y el Centro Nacional para Niños Perdidos y Explotados lucha contra el tráfico humano desde 2003, pero esta es la primera vez que la operación alcanza una mayor dimensión por el número de rescates y de personas que están tras las rejas.
"Estos no son niños que viven en algún lugar remoto. Estos son nuestros niños, en nuestras calles (...) son los niños de Estados Unidos", afirmó el director del FBI, James Comey.
Por su parte el fiscal general adjunto Leslie Caldwell dijo que estos proxenetas "usaron el miedo y la fuerza, y trataron a los niños como artículos sexuales para ser vendidos una y otra vez”.
También se indicó que los niños rescatados nunca fueron reportados como desaparecidos por sus familiares ni por el sistema de protección al niño y que si no fuese por este tipo de operativos estos menores de edad jamás habrían sido rescatados.
Comey también manifestó que este operativo estaba diseñado para "aniquilar a estos proxenetas" y mandar el mensaje que “los niños no son para la venta”.
Como parte de la Operación Cross Country realizada en más de 100 ciudades se detuvo al menos a 281 proxenetas, quienes ofrecían y vendían los favores sexuales de las víctimas, en su mayoría, a través de internet.
Este equipo conjunto del FBI, el Departamento de Justicia y el Centro Nacional para Niños Perdidos y Explotados lucha contra el tráfico humano desde 2003, pero esta es la primera vez que la operación alcanza una mayor dimensión por el número de rescates y de personas que están tras las rejas.
"Estos no son niños que viven en algún lugar remoto. Estos son nuestros niños, en nuestras calles (...) son los niños de Estados Unidos", afirmó el director del FBI, James Comey.
Por su parte el fiscal general adjunto Leslie Caldwell dijo que estos proxenetas "usaron el miedo y la fuerza, y trataron a los niños como artículos sexuales para ser vendidos una y otra vez”.
También se indicó que los niños rescatados nunca fueron reportados como desaparecidos por sus familiares ni por el sistema de protección al niño y que si no fuese por este tipo de operativos estos menores de edad jamás habrían sido rescatados.
Comey también manifestó que este operativo estaba diseñado para "aniquilar a estos proxenetas" y mandar el mensaje que “los niños no son para la venta”.