El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió este jueves que las políticas monetarias adoptadas para procurar la expansión económica y en busca de “mejores retornos” entrañan “riesgos financieros”.
En su informe de Estabilidad Financiera Global, el FMI indicó que entre esas políticas expansivas están las bajas tasas de interés y la compra masiva de bonos para reducir los tipos de interés a largo plazo, como la que realiza la Reserva Federal de EE.UU. (FED)
También mencionó la inyección de liquidez en el mercado bancario para estimular el flujo de crédito, y señaló que la búsqueda de mayor rentabilidad puede ocasionar el surgimiento de “burbujas de activos” que en última instancia dañen la solvencia bancaria.
A su juicio las actuales políticas de expansión monetaria sin precedentes adoptadas por la FED, el Banco de Inglaterra, el Banco de Japón y el Banco Central Europeo (BCE) implican grandes desafíos cuando llegue el momento de revertirlas.
Con ese instante en mente, el informe señaló que los bancos centrales deberían adoptar una política comunicativa lo suficientemente clara que dé tiempo a los ajustes que haya que hacer, de manera que llegado el momento la subida de intereses sea "gradual” y conocida de antemano.
En su informe de Estabilidad Financiera Global, el FMI indicó que entre esas políticas expansivas están las bajas tasas de interés y la compra masiva de bonos para reducir los tipos de interés a largo plazo, como la que realiza la Reserva Federal de EE.UU. (FED)
También mencionó la inyección de liquidez en el mercado bancario para estimular el flujo de crédito, y señaló que la búsqueda de mayor rentabilidad puede ocasionar el surgimiento de “burbujas de activos” que en última instancia dañen la solvencia bancaria.
A su juicio las actuales políticas de expansión monetaria sin precedentes adoptadas por la FED, el Banco de Inglaterra, el Banco de Japón y el Banco Central Europeo (BCE) implican grandes desafíos cuando llegue el momento de revertirlas.
Con ese instante en mente, el informe señaló que los bancos centrales deberían adoptar una política comunicativa lo suficientemente clara que dé tiempo a los ajustes que haya que hacer, de manera que llegado el momento la subida de intereses sea "gradual” y conocida de antemano.