Los senadores demócratas Patrick Leahy y Ben Cardin criticaron la asignación de $1.000 millones de dólares para disminuir la violencia y la pobreza en Centroamérica.
Los dos senadores demócratas se unieron inesperadamente a las filas de los republicanos que se oponen a otorgar estos fondos a la región porque consideran que no se han visto resultados.
Ellos argumentan que por décadas Estados Unidos ha ayudado financieramente a los países centroamericanos y “hemos visto que las condiciones han empeorado en Honduras, Guatemala y El Salvador”, dijo el senador Leahy, uno de los miembros de la subcomisión de Operaciones para Asignaciones Extranjeras al secretario de Estado, John Kerry.
El plan avalado por el gobierno de Obama supone triplicar la ayuda estadounidense a la región y se recomendó en respuesta al alto flujo de niños inmigrantes que cruzaban solos la frontera con México y que desencadenaron una crisis en la zona.
Si bien el dinero estaría destinado a mejorar los servicios de seguridad, reducir la corrupción, fortalecer los servicios que ofrecen los gobiernos y reforzar las débiles economías que atraviesan los países centroamericanos, los motivos no convencen a algunos legisladores quienes piensan que cualquier programa de ayuda “necesitaría derrotar la arraigada corrupción en la región y destacan la negativa de muchas familias adineradas a gastar su dinero por el bien nacional”, destaca un artículo de Los Angeles Times.
Para el senador Leahy, los negocios privados en Centroamérica “deberían hacer más”. “Ellos viven detrás de las leyes. No pagan impuestos y si no viven en Miami al menos guardan su dinero allí”, argumenta el senador.
“No podemos continuar solo extendiendo programas de ayuda. Nosotros hemos tenido muchísimos programas en Centroamérica y los resultados han sido menos que consecuentes”, manifestó el senador Benjamin L. Cardin.