Enlaces para accesibilidad

Fuerzas israelíes parecen retirarse de campo de refugiados en Cisjordania tras operación militar


Se observa una explosión durante una operación militar israelí en la ciudad cisjordana de Yenín, el jueves 5 de septiembre de 2024. (Foto AP/Majdi Mohammed)
Se observa una explosión durante una operación militar israelí en la ciudad cisjordana de Yenín, el jueves 5 de septiembre de 2024. (Foto AP/Majdi Mohammed)

Israel parece haber retirado sus tropas de tres campos de refugiados en la Cisjordania ocupada, tras una operación militar que duró más de una semana y que dejó decenas de muertos.

Las tropas de Israel parecían haberse retirado el viernes del campo de refugiados de Yenín, en la Cisjordania ocupada, tras una operación militar de más de una semana que dejó decenas de muertos y un rastro de destrucción.

Durante la noche se vieron vehículos blindados de transporte de tropas abandonando el campo por un puesto de control instalado en una de las carreteras principales, y un reportero de The Associated Press que estaba en el interior del campo no vio signos de la presencia de fuerzas israelíes al amanecer el viernes.

El Ejército no realizó comentarios de inmediato, pero dijo que emitiría un comunicado más tarde en el día. No estaba claro si la aparente retirada podía ser una medida temporal para reagrupar fuerzas.

Cientos de soldados israelíes participaron durante más de una semana en la que ha sido su operación más letal en la Cisjordania ocupada desde el inicio de la guerra entre Israel y Hamás, empleando lo que Estados Unidos calificó como “tácticas letales similares a las de una guerra”.

El objetivo del operativo era el campo de refugiados de Yenín, un bastión de la insurgencia palestina que ha crecido desde el ataque de Hamás sobre el sur de Israel que desencadenó el conflicto en Gaza hace casi 11 meses.

En la operación en Yenín estaban 21 de los 39 palestinos que, según las autoridades de salud locales, han perdido la vida durante la última incursión israelí en Cisjordania. De acuerdo con el ejército, la mayoría de los fallecidos eran milicianos.

Los combates han tenido un efecto devastador para los civiles palestinos que viven en Yenín.

El suministro de agua y electricidad quedó cortado, las familias han estado confinadas en sus hogares y las ambulancias que evacuaban a los heridos vieron ralentizado su camino a los hospitales cercanos, mientras los soldados israelíes buscaban a los insurgentes.

En la tranquila mañana del viernes, los residentes aprovecharon la calma para rebuscar entre los escombros de los edificios destruidos y hacer balance de los daños.

Las barras de acero torcidas sobresalían de los restos de concreto de los inmuebles derrumbados y las paredes que seguían en pie tenían agujeros de bala y metralla.

Durante la operación, las autoridades militares israelíes dijeron que buscaran a insurgentes en los campos de refugiados de Yenín, Tulkarem y Al-Faraa para frenar los recientes atentados letales contra civiles israelíes que, según apuntaron, son cada vez más sofisticados y mortíferos.

No estuvo claro de inmediato si las tropas se habían retirado también de los otros dos campos.

La guerra en Gaza comenzó el 7 de octubre, cuando insurgentes encabezados por Hamás lanzaron un ataque sorpresa sobre Israel matando a unas 1.200 personas, en su mayoría civiles, y tomando a otras 250 como rehenes. Se cree que Hamás retiene aún a más de un centenar de rehenes, y las autoridades israelíes estiman que alrededor de un tercio están muertos.

Israel respondió con una ofensiva que se ha cobrado la vida de más de 40.000 palestinos y dejó más de 94.000 heridos, de acuerdo con el Ministerio de Salud gazatí, cuyo conteo no distingue entre víctimas civiles y combatientes.

Estados Unidos y otros aliados ejercen una presión cada vez mayor sobre Israel para alcanzar un alto el fuego en Gaza, pero su primer ministro, Benjamin Netanyahu, insiste en una exigencia que se ha convertido en uno de los principales puntos de fricción de las conversaciones: la continuación del control israelí del Corredor Filadelfia, una estrecha franja a lo largo de la frontera con Egipto por donde afirma que el grupo mete armas de contrabando en el sitiado enclave. Tanto Egipto como Hamás lo niegan.

Hamás ha acusado a Israel de alargar meses de negociaciones con nuevos reclamos, como el control duradero tanto del Corredor Filadelfia como de un segundo pasillo que cruce el territorio.

El grupo insurgente ha ofrecido a liberar a todos los rehenes a cambio del final de la guerra, la retirada completa de las fuerzas israelíes de la Franja y la puesta en libertad de un gran número de prisioneros palestinos, incluyendo milicianos de alto perfil, que son, en líneas generales, las condiciones previstas en un esbozo de acuerdo presentado por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en julio.

¡Conéctate con la Voz de América! Suscríbete a nuestros canales de YouTube, WhatsApp y al newsletter. Activa las notificaciones y síguenos en Facebook, X e Instagram.

Foro

Síganos en redes sociales

XS
SM
MD
LG