Los ministros de finanzas y representantes de los bancos centrales del Grupo de los 20 (G20) se reúnen en Corea del Sur en un intento por frenar las continuas devaluaciones de moneda y evitar así la actual guerra de divisas.
“Estamos tratando de lograr un plan de acción que evite la tentación por parte de algunos países de proteger sus monedas en formas diferentes”, explica Jim Flaherty, ministro de Finanzas de Canadá y presidente del G20.
Con la devaluación de las monedas ocurrida en las semanas anteriores, los bancos centrales buscan ganar una ventaja comercial al hacer sus productos de exportación más baratos.
De esta forma el G20 pretende establecer un marco común de cooperación que no altere la recuperación económica mundial.
"Los países emergentes del G20 con monedas significativamente subvaluadas y reservas preventivas adecuadas necesitan permitir que sus tasas cambiarias se ajusten con el tiempo a niveles consistentes con los fundamentos económicos", manifestó el secretario del Tesoro de Estados Unidos Timothy Geithner.
La postura de Estados Unidos fue remitida antes de que comenzaran las conversaciones en la ciudad surcoreana de Gyeongju, donde se espera que los líderes permanezcan dos días.
Los miembros del G20 deberían apuntar a reducir sus actuales desequilibrios contables por debajo de porcentajes específicos de su PIB, agregó el secretario del Tesoro.
China, Rusia, Alemania y Arabia Saudita registran superávits comerciales por encima del límite planteado, mientras que Estados Unidos presenta un déficit de alrededor del 3 por ciento de su Producto Interior Bruto (PIB).
La convocatoria se produce en mitad de varias discusiones, como las acontecidas entre el gobierno de Corea del Sur y Japón, después de que este último cuestionara la competencia mentaría del primero.
Paralelamente, el departamento del Tesoro de Estados Unidos estudia si China está manipulando su moneda, lo que podría generar un nuevo debate.