General Motors y el sindicato automotriz UAW llegaron a un acuerdo contractual tentativo que pone fin a la primera huelga simultánea contra los tres grandes fabricantes de autos de Detroit, informaron este lunes las agencias AP y Reuters citando a fuentes del sector.
Los detalles del acuerdo con GM, la última compañía que aún no lograba un compromiso con los huelguistas no estuvieron disponibles de inmediato.
El acuerdo tuvo lugar después de pactos alcanzados en los últimos días por el sindicato con Ford y Stellantis, que incluyeron aumentos de salarios del 25 % y ajustes por el costo de la vida.
Los expertos describieron los acuerdos como victorias significativas para los trabajadores, después de años de salarios estancados y grandes concesiones hechas por el sindicato tras la crisis financiera del 2008.
Las fuentes que hablaron con la prensa no se identificaron porque no estaban autorizadas para dar información antes del anuncio de los acuerdos.
Casi 50.000 trabajadores de los casi 150.000 miembros sindicales de las tres automotrices de Detroit finalmente se unieron a una serie de huelgas que comenzaron el 15 de septiembre. La estrategia del sindicato UAW de intensificar las paralizaciones selectivas le costó a las empresas y a sus proveedores miles de millones de dólares durante más de 40 días.
Los empleados de GM volverán a trabajar después de un anuncio oficial del acuerdo, dijeron dos fuentes.
Un portavoz de GM declinó hacer comentarios a Reuters.
Las conversaciones en GM se estancaron el sábado debido a temas como las pensiones y la rapidez con la que los empleados temporales obtendrían un trabajo permanente, dijeron fuentes.
Durante la tarde del del sábado, los trabajadores de la UAW en el complejo Spring Hill comenzaron a abandonar la planta, incluso cuando el presidente del sindicato, Shawn Fain, y su principal negociador en Stellantis, Rich Boyer, se estaban preparando para anunciar los términos del contrato en la empresa matriz de Chrysler.
Los tres acuerdos tentativos constituyen una victoria para la estrategia sin precedentes que Fain y los principales funcionarios sindicales orquestaron para conseguir alzas récord en salarios y beneficios.
Por primera vez, el UAW negoció con los tres fabricantes de autos al mismo tiempo, utilizando la amenaza de huelgas en fábricas clave para acelerar una guerra de ofertas entre las empresas y evitar una nueva paralización.
Fain mantuvo a la mayoría de los miembros del UAW trabajando para acumular fondos para la huelga. Extendió la huelga lentamente, cuando consideró que el progreso en las conversaciones se había estancado.
Fain acusó reiteradamente a las tres automotrices de Detroit de enriquecer a sus ejecutivos e inversores mientras descuidaban a los trabajadores y dijo que el éxito del UAW ayudaría a obreros en todo el país.
[Con información de AP y Reuters]
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