Las condiciones de extrema sequía y fuertes vientos han alimentado los destructivos incendios forestales que se generaron en el norte de México y en otros estados sureños en Estados Unidos, especialmente en Texas, donde decenas de casas han sido destruidas en días recientes.
Los incendios forestales que se han propagado rápidamente ya han consumido unas 32.000 hectáreas en el oeste de Texas, en los alrededores de Fort Davis, matando ganado y caballos y dejaron las pasturas carbonizadas y humeantes.
El portavoz del Departamento de Bomberos Voluntarios de Fort Davis, Jim Fowler, dice que la gente cuyas casas se quemaron escaparon ilesos y están en alojamientos temporales. “Cruz Roja está encargada de la ayuda. Están dando vales para hoteles, e incluso varios hoteles aquí en la ciudad están ofreciendo alojamiento gratuito para esa gente”.
El climatólogo de la Universidad Texas A&M, John Nielsen-Gammon, dice que las condiciones que normalmente generan peligro en el oeste de Texas ahora están presentes en muchas otras pates del estado.
“Marzo fue el mes más seco desde que se tienen datos" explicó el experto, "y en primavera es cuando hay vientos más fuertes. Entonces todo se junta para crear un peligro extremo de incendios en Texas este año”.
Los bomberos lograron controlar un incendio forestal que comenzó esta semana cerca de Midland, Texas, pero no sin que antes destruyera más de 30 viviendas y quemara más de 6.000 hectáreas.
