La embajadora de EE.UU. ante la ONU, Nikki Haley, llegó a Honduras en medio de protestas de simpatizantes del partido de oposición del presidente Juan Orlando Hernández, quienes salieron a las calles para expresar su malestar por el respaldo de Washington al recién reelecto mandatario.
Los temas que abordaron la embajadora y el presidente Hernández fueron de seguridad, lucha contra el narcotráfico, migración y pandillas. Pero la visita de Haley representa el apoyo de la Casa Blanca a los resultados de las elecciones hondureñas en noviembre, que muchos hondureños consideraron como fraudulentas.
Durante la reunión, la embajadora y el mandatario hondureño discutieron la necesidad de intensificar la lucha en contra de la criminalidad. "Hemos coincidido en que necesitamos avanzar aún más, particularmente haciendo énfasis en el tema de la lucha contra el narcotráfico y los grupos transnacionales de crimen organizado, como las maras", dijo el presidente Hernández.
Sobre los 57,000 hondureños que residen en Estados Unidos bajo el Estatus de Protección Temportal, TPS por sus siglas en inglés, el presidente hondureño agradeció al gobierno de Donald Trump por ampliarlo por seis meses y expresó sus esperanzas de poder llegar a una solución.