¿Podrá una vela similar a la de un navío, del tamaño de un aparta-estudio y del grosor de un cabello caber en una caja del tamaño de una bolsa de pan?
La respuesta es sí.
¿Podrá luego ser lanzada al espacio? La respuesta es quizá.
Esa es la interrogante que espera contestar un equipo de la Sociedad Planetaria cuando su pequeño CubeSat emprenda vuelo en órbita dentro del cohete, Atlas 5, que despegará de Cabo Cañaveral, en Florida.
El proyecto, conocido como Lightsail, está subvencionado por el público y busca comprobar si una pequeña nave puede viajar, a través del sistema solar, impulsada por el sol.
“Parece increíble, pero es cierto. Aunque no tiene masa, la luz del sol puede impulsar objetos. Los fotones producen movimiento lineal al chocar con estos. Y si bien es una pequeñísima cantidad de movimiento, con una vela lo suficientemente grande y con una nave de masa liviana, recibirá un empujón”, dijo Bill Nye, director de la sociedad planetaria.
El impulso también es constante, lo que significa que es concebible que el viaje espacial de una nave impulsada por el sol pueda alcanzar los confines más remotos del sistema solar, y por qué no, Incluso más allá.
“La pregunta es si la vela se desplegará. Ahí es donde todo puede salir mal”, agregó Nye.
Plegar una vela, de casi 104 metros cuadrados, y que quepa dentro de una caja más pequeña que una de zapatos, parece difícil, pero desplegarla en órbita, a bordo de un cohete, puede ser casi imposible.
Si el proyecto tiene éxito allanará el camino para una enorme demostración de navegación solar el año próximo.