Hasta este miércoles, las autoridades canadienses contabilizaron más de 400 incendios activos, y aseguran que más de 240 están "fuera de control”. La contaminación por el humo afectó a 15 estados en el este y el centro de Estados Unidos. La materia fina en la atmósfera podría superar los niveles nocivos para la salud, y también amenaza con alcanzar a Georgia y la Florida.