Un informe del Inspector General del Departamento de Seguridad Interior indica que investigadores no encontraron pruebas de un presunto “abuso sistemático” a los menores migrantes que han cruzado ilegalmente la frontera y se encuentran en centros de detención.
El informe indica que las condiciones en esos centros en las instalaciones fronterizas donde jóvenes migrantes están en custodia han mejorado notablemente desde mediados de julio.
Investigadores federales realizaron 57 visitas sorpresivas desde el 17 de julio al 20 de agosto a 41 centros de detención manejados por la Oficina de Aduanas y Control de la Frontera.
La Oficina del Inspector General también investigó 16 de las denuncias más serias incluidas en una queja presentada en junio por diversos grupos, entre ellos la Unión Americana de Libertades Civiles y el Centro Nacional de Justicia para los Inmigrantes.
La queja presentada en nombre de 116 menores que habían cruzado ilegalmente la frontera sin sus padres, decía que éstos habían sido abusados verbalmente, se les había negado atención médica y eran retenidos en “celdas insalubres, sobrepobladas y heladas”.
Cuatro menores dijeron que fueron abusados físicamente. La mayoría de los jóvenes estaban detenidos en centros de la Guardia Fronteriza en el Valle del Río Grande, en Texas.
La Oficina del Inspector General todavía investiga otras 100 acusaciones adicionales.
