El gobierno de Estados Unidos informó el jueves que más de 150 extranjeros que se negaron a salir voluntariamente del país, luego de una orden de deportación, fueron arrestados y sacados del territorio nacional en lo que va del mes de noviembre.
El Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) explicó en un comunicado de prensa -sin detallar la procedencia de los encartados- que el anuncio fue hecho por un alto funcionario estadounidense en McAllen, estado de Texas.
“El ICE se toma en serio su obligación de hacer cumplir las leyes de inmigración de nuestra nación”, dijo el alto funcionario, en cumplimiento de las funciones del director Tony H. Pham.
Las detenciones y posterior deportación de los individuos se enmarcan en la denominada 'Operación Promesa Rota'.
El ICE asegura que “aproximadamente el 86% de los arrestados también tenían condenas penales o cargos pendientes”.
La entidad señala que de modo general la persona solicita la salida voluntaria, que es después concedida por un juez migratorio. Al solicitante se le conceden entre 60 y 120 días para organizar su salida, en lugar de enfrentar una deportación formal.
Además de las barreras a una posible readmisión, un reingreso ilegal después de una deportación formal es un delito grave punible con hasta 20 años de prisión, recordaban las autoridades migratorias.