Decenas de miles de migrantes siguen llegando semanalmente a la frontera entre Estados Unidos y México, pero por primera vez en varios meses el número de menores no acompañados retenidos por la Patrulla Fronteriza descendió a menos de 1.000 desde más de 5.000 hace un mes, según las autoridades.
Esta semana, el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, reportó una reducción del 88% desde el 28 de marzo del número de jóvenes migrantes en las instalaciones del servicio de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), que desde enero estuvieron sobrepobladas.
La apreciable disminución constituye la primera señal concreta de progreso en un espinoso desafío en los primeros días de la administración Biden, que ha sido blanco de críticas de legisladores de todo el espectro político al dispararse las llegadas de migrantes a la frontera sur de Estados Unidos.
Mayorkas describió el cambio de “drástico” en un comunicado y dijo: “Estamos dedicados a esta misión crítica”.
Los últimos meses estuvieron plagados de abarrotamientos en las instalaciones del CBP, que son la primera parada para los migrantes encontrados en la frontera, y no están diseñadas para el cuidado de niños.
La política de Estados Unidos ha sido desde hace mucho tiempo transferir a los jóvenes migrantes en un plazo de 72 horas a la custodia de la Oficina de Reubicación de Refugiados del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) y colocarlos en centros especializados diseñados para atender necesidades infantiles.
De allí, los menores no acompañados generalmente son entregados a familiares que viven en Estados Unidos o a hogares de paso.
Por varios meses, la capacidad inadecuada de los centros de HHS retrasaron las transferencias desde CBP por más de las 72 horas establecidas, lo que aumentó el número de jóvenes en las estaciones de CBP. Hasta el martes, había 22.000 menores al cuidado de HHS.
La administración Biden dijo que estaba solucionando el problema ampliando las instalaciones de HHS y movilizando especialistas federales para acelerar las reuniones de niños con familiares verificados.
Como resultado, la administración dice que el tiempo de retención de los migrantes jóvenes en las instalaciones de CBP se ha reducido como promedio de cinco días a solo 20 horas.
Los defensores de inmigrantes celebraron la noticia pero señalaron que aún hay obstáculos para los migrantes jóvenes.
“Después de su liberación, el próximo reto que enfrentan esos niños será que necesitan un abogado para ayudarlos a presentar sus casos para recibir la protección de EE. UU.”, dijo Megan McKenna, una portavoz de Niños que Necesitan Defensa (Kids in Need of Defense), un grupo activista para los menores no acompañados.
El senador republicano Lindsey Graham sugirió que el masivo esfuerzo federal para acomodar a los niños migrantes estimula más cruces frontera.
“La nueva política de la administración Biden de procesar a todos los menores de 16 años en Estados Unidos ha llevado a un drástico aumento de menores no acompañados en nuestra frontera”, dijo Graham por Twitter esta semana.
La administración ha exceptuado a los menores de una medida relacionada con la pandemia implementada por el gobierno anterior del presidente Donald Trump que impedía a las personas de todas las edades solicitar asilo en territorio estadounidense.
La llegada de migrantes a la frontera, entre ellos niños no acompañados, se incrementó a finales del año pasado y ha seguido aumentando en los primeros meses de 2021.
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