“Algunos de los menores están heridos, extremadamente cansados o con traumas psicológicos”, informó, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), sobre el estado de 100 niños que formaban parte de la primera caravana de migrantes 2021, que partió la semana pasada hacia Guatemala desde Honduras, y que han sido asistidos por el organismo.
De acuerdo con Unicef, el 80% de ellos viajaban solos y en condiciones de vulnerabilidad.
A la fecha el Instituto Guatemalteco de Migración ha reportado que 4.500 hondureños, incluidos unos 600 niños, han sido devueltos al país durante la última semana.
La autoridades migratorias estiman que unos 8.000 hondureños intentaron huir en la caravana masiva con la esperanza de llegar a Estados Unidos, pero después de que los gobiernos de Guatemala y México organizaron una operación militar coordinada para repelerla, los migrantes no han tenido otra opción que regresar.
Países del Triángulo Norte y México, firmaron previo a la salida de la caravana, la declaración regional sobre migración. En ella hicieron un llamado a los migrantes de sus países que pretendan viajar en caravanas hacia Estados Unidos a evitar exponer a niños y adolescentes, por el peligro que corren. Las medidas pretenden disuadir a los padres a emprender el camino y evitar que los menores sean posibles víctimas de delitos asociados a la migración irregular.
Asistencia humanitaria
Michele Klein Solomon, directora regional para Centroamérica, Norteamérica y el Caribe de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), informó que están brindando asistencia humanitaria a los migrantes que aún se encuentran en Guatemala por medio de su programa de Retorno Voluntario Asistido (RVA).
La OIM detalló en un comunicado de prensa que el RVA brinda ayuda humanitaria, atención médica y psicosocial, albergue y transporte para quienes libremente toman la decisión de regresar y solicitan personalmente el apoyo de la Organización.
Durante el anuncio, Solomon hizo además un llamado a las autoridades de los países de tránsito de migrantes a abstenerse del uso de “fuerza injustificada o excesiva contra ningún migrante, solicitante de asilo o refugiado durante las acciones de control migratorio, policial o sanitario”.
También pidió a los migrantes “respetar y cumplir las leyes de migración, así como las órdenes legales del personal encargado de hacer cumplir la ley”, para evitar este tipo de confrontaciones.
Solomon explicó que si bien es cierto los flujos migratorios desde el norte de Centroamérica no son nuevos, sí que se han visto “exacerbados por acontecimientos recientes, en particular la pandemia de COVID-19 y los huracanes Eta e Iota”.