La Casa Blanca estableció que la separación de menores de sus padres en la frontera es algo que no volverá a ocurrir y, para ello creó en febrero una comisión para reunificar a más de 600 niños apartados de sus familiares, durante la administración del expresidente Donald Trump, que aún a día de hoy siguen alejados de sus progenitores.
No obstante, los resultados de este proceso tomarán tiempo.
El primer paso será elaborar un informe de análisis de la situación que, según el decreto del presidente Biden, debería ser presentado en mayo.
Mientras tanto, organizaciones como Human Rights Watch expresan preocupación por posibles vacíos que podrían posibilitar que se mantengan en vigor medidas "inhumanas" del anterior gobierno, según dijo Clara Long, directora del capítulo de Estados Unidos de la ONG, en conversación con la Voz de América.
"Nos preocupa que el grupo de trabajo vaya a dejar de lado una categoría masiva de separación familiar, en curso en la frontera, que la administración de Biden debe abordar con urgencia, que es la separación no solo de los padres sino también de los custodios, personas que en muchos casos son tías, abuelas, personas que viajan con niños y que son parientes amorosos que se separan regularmente en la frontera", expresó Long.
"Todavía no hemos visto ningún movimiento de la Administración Biden para abordar realmente ese problema y poner el interés de los niños en el centro de cómo manejan la inmigración y los niños en la frontera”, advierte Long.
La frontera está cerrada
La administración Biden mantiene en vigor medidas extraordinarias por la pandemia, que dan la potestad a las autoridades fronterizas para expulsar a inmigrantes que se presenten en una puerta de entrada o intenten cruzar irregularmente.
Por eso, el mensaje de funcionarios de la Casa Blanca, como Roberta Jacobson, ha sido claro: “No deben llegar a la frontera ni cruzar de manera irregular porque la basta mayoría de esas personas no va a entrar a Estados Unidos o van a estar deportados".
"Eso puede ser realmente un problema para ellos y su familia”, reconoció Jacobson, coordinadora de la Casa Blanca para asuntos fronterizos, en una entrevista con la VOA, hace una semana.
La integridad de esos inmigrantes retornados es otro motivo de alerta para Human Rights Watch.
Uno de los mayores peligros que enfrentan los inmigrantes que llegan o permanecen en la frontera, asegura Long, es la falta de un proceso real para estudiar su caso con todas las herramientas que este proceso ofrece, lo que "ha resultado en la deportación de personas a lugares donde podrían sufrir daños muy graves”.
"Cientos de miles de personas que han llegado a la frontera, desde marzo, desde que comenzó la pandemia, han sido enviadas de regreso a sus países de origen y, en muchos casos, de regreso a México, sin ningún examen para ver si realmente necesitan protección humanitaria en Estados Unidos. Y eso ha sido increíblemente peligroso", sostuvo la experta de HRW.
Los únicos inmigrantes que están siendo recibidos, por ahora, son los beneficiarios del Protocolo de Protección de Inmigrantes, conocido como 'Permanecer en México', que tienen casos de asilo activos.
"Un sistema humano"
La Casa Blanca aboga por un sistema inmigratorio "humano", pero advierte que amerita tiempo para poder ser implementado, mientras no escapa a la crítica de líderes republicanos que vaticinan una crisis de seguridad nacional en la frontera.
El senador por Florida, Marco Rubio, aseguró que la propuesta migratoria del presidente Biden únicamente creará un caos que beneficiará a los traficantes de personas conocidos como "coyotes".
"[Los coyotes] están ahora mercadeando, diciéndole a las personas de toda la región que ahora pueden venir a Estados Unidos, y que venga con niños, porque si lo hacen, les darán un pequeño papel y les dejarán ir en un bus de Greyhound donde sea que quieran ir en el país, y nunca tendrán que entregarse", dijo Rubio durante una sesión en el Senado para discutir la propuesta migratoria de la Casa Blanca.