Aunque la mayoría de los inmigrantes que buscan asilo son diariamente expulsados a México, un pequeño grupo de familias, consideradas vulnerables, son recibidas por la organización sin fines de lucro Caridades Católicas, tras la negativa del gobierno de México a acogerlos, explicó a la Voz de América la hermana Norma Pimentel.
"Muy contento, aquí van mi esposa y mi hijo", dijo sonriente un inmigrante hondureño mientras entraba a Estados Unidos.
Estas familias son devueltas bajo la normativa llamada Título 42, un decreto de la era de Trump establecido por la Casa Blanca en marzo de 2020, que da luz verde a la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza para expulsar extranjeros que buscaban asilo en la frontera, con la pandemia como excusa. La medida, que no ha derogado el presidente Joe Biden, ha sido demandada por grupos como la Unión de Libertades Civiles (ACLU), que cataloga de "ilegal" esta regla.
"Más recientemente, lo que ha ocurrido es que con ciertas familias, México ha cambiado su manera de proceder; y familias con niños menores de 6 años no está permitiendo que Estados Unidos (las) regrese. Entonces, estas son las familias que nosotros estamos viendo aquí en nuestro albergue", dijo a la VOA la hermana Pimentel, de Caridades Católicas.
Este grupo humanitario trabaja directamente con las autoridade,s así como con los consulados, para asistir a los inmigrantes que llegan a territorio estadounidense en esta zona fronteriza, antes de que vayan a su destino final”.
"Yo voy aquí con mi hijo, vamos aquí para Louisiana", dijo a la VOA un inmigrante de la región.
Pimentel aprovechó para reiterar el mensaje de las autoridades estadounidenses.
"Evidentemente la frontera sigue cerrada, no están dejando entrar a nadie, de hecho han tenido mucha precaución de mantener la frontera cerrada a consecuencia del COVID", afirmó Pimentel.
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