Un total de 18.890 menores no acompañados fueron interceptados en la frontera sur de Estados Unidos en marzo, según datos compartidos por funcionarios de la administración Biden. Las cifras representan un incremento de un poco más del 100%, con respecto a febrero (9.437).
Bajo las políticas implementadas por el gobierno del presidente Joe Biden, los niños y adolescentes de hasta 18 años son los únicos exentos de ser deportados bajo el Título 42, una regla impuesta por la administración del expresidente Donald Trump que da luz verde para expulsar a extranjeros que buscan asilo en la frontera, debido a la pandemia.
La medida, que no ha derogado Biden, ha sido demandada por grupos como la Unión de Libertades Civiles (ACLU), que cataloga de "ilegal" esta regla.
Otras familias, sin embargo, consiguen entrar al país tras la detención en la frontera y traslado a sitios de la patrulla fronteriza para el procesamiento del asilo.
En marzo, unas 172.000 personas entraron en contacto con la Patrulla Fronteriza tratando de ingresar a Estados Unidos, de las cuales 103.900 fueron regresadas a México bajo el Título 42, según datos compartidos el miércoles por la Casa Blanca.
Funcionarios de la administración detallaron durante una llamada con los medios que el 28% de estos individuos habían sido previamente deportados.
“El alto nivel de reincidencia significa que no podemos ver esos flujos como personas individuales, a menudo son las mismas personas que regresan”, indicó una funcionaria que pidió no ser identificada.
Familias están siendo deportadas
Cada vez más familias llegan con niños a la frontera esperanzados de que no serán expulsados debido a la compañía de un menor, según lo ha podido constatar la Voz de América en su cobertura en el área fronteriza. Pero la realidad es que en su mayoría son deportados.
Esta tendencia es algo de lo que está consciente la Casa Blanca, según expresó una funcionaria que, al ser consultada, se limitó a recalcar que "la frontera no está abierta" y que no existen condiciones actualmente “que tengan sentido para que las familias intenten cruzar la frontera”.
Unas 17.345 unidades familiares fueron expulsadas en marzo, reveló la vocera.
Los migrantes rechazados son enviados a México de acuerdo a la capacidad de ese país para recibirlos, según han explicado las autoridades estadounidenses. En marzo, Biden reconoció que en algunos casos “México se niega a acogerlos" porque "dicen que no los quieren de vuelta, no a todos”.
El mandatario señaló entonces que se encontraban en “negociaciones” con el presidente de México. “Todos deberían volver. A los únicos que no dejaremos al otro lado del Río Grande es a los niños", sentenció.
El demócrata recibe la presión de sus opositores republicanos y algunos demócratas del Congreso, que aseguran que la estrategia implementada está profundizando una "crisis humanitaria", pero que la Casa Blanca niega y tilda como una "situación difícil".
Según un reciente sondeo de NPR-Maris, el 54% de los consultados (1.309 estadounidenses) expresó su desaprobación al manejo de la situación migratoria, incluida casi una cuarta parte de los demócratas.
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