El presidente estadounidense Donald Trump parece estar ignorando el plazo para establecer cuántos refugiados serán autorizados a ingresar a Estados Unidos el año próximo, creando incertidumbre sobre el futuro de un programa de reasentamiento lanzado hace 40 años que ha estado debilitándose desde su llegada a la presidencia.
La Ley de Refugiados de 1980 requiere que los presidentes emitan su determinación antes del 1 de octubre, el inicio del año fiscal. Cuando apenas faltan horas, la administración Trump no ha programado las consultas con el Congreso requeridas antes de fijar la cifra.
No hubo un comentario inmediato de la Casa Blanca, que usualmente anuncia los números, ni de los departamentos de Estado o Seguridad Nacional, que participan en la determinación.
Los legisladores demócratas criticaron al gobierno federal por no cumplir su obligación.
La violación de la ley de 1980 por parte de Trump "frenará nuestro programa de admisión de refugiados, dejando a miles de personas varadas en el extranjero con sus vidas en peligro", afirmaron en un comunicado los representantes demócratas Jerrold Nadler, que preside la Comisión de Asuntos Jurídicos de la cámara baja, y Zoe Lofgren, que preside la subcomisión de Inmigración y Ciudadanía.
Trump congeló en marzo las admisiones de este año, argumentado la necesidad de proteger empleos para los estadounidenses en medio de la pandemia de coronavirus. Defensores de los derechos de los inmigrantes temen que el gobierno está demorando intencionalmente los planes para el año fiscal 2021 como forma de eliminar el programa de refugiados. Después del jueves no se pueden admitir más refugiados en Estados Unidos hasta que el presidente fije el número para el próximo año fiscal.
"Nos preocupa que el gobierno aplace el anuncio indefinidamente", dijo Jacinta Mo, del Fórum Nacional de Inmigración, un grupo de defensa de los inmigrantes.
El secretario de Estado Mike Pompeo dijo que la administración está comprometida con la historia del país de liderar el mundo en proveer albergue seguro para los refugiados.
"Seguimos siendo el mayor contribuidor al socorro en crisis humanitarias en todo el mundo y continuaremos siéndolo", les dijo Pompeo a reporteros en Roma a los márgenes de una conferencia sobre libertad religiosa organizada por la embajada estadounidense. "Ciertamente mientras el presidente Trump siga en el cargo, les prometo que el gobierno está profundamente comprometido con ello".
Pero activistas dicen que las acciones del gobierno no lo muestran. Desde que llegó a la Casa Blanca, Trump ha reducido el número de refugiados autorizados a ingresar al país en más de 80%, lo que refleja sus esfuerzos para reducir drásticamente la inmigración, legal e ilegal.
"Tememos que esta sea la sentencia de muerte para el programa de reasentamiento de refugiados que tenemos", dijo Krish Vignarajah, presidente del Servicio Luterano de Inmigración y Refugio, una agencia con fondos federales encargada del reasentamiento de refugiados en Estados Unidos