Los teléfonos inteligentes han desplazado al perro como el mejor amigo del hombre y se han convertido en el aliado preferido del ser humano.
Según un estudio financiado por Facebook, los estadounidenses dueños de móviles inteligentes se conectan a sus aparatos móviles desde el momento en que se despiertan hasta el instante en que se van a la cama.
"Los teléfonos inteligentes, con sus aplicaciones y servicio de datos móviles, nos permiten estar conectados con nuestras familias, amigos, y comunidad desde el momento en que nos levantamos hasta el final del día", dijeron investigadores del International Data Corporation (IDC), en un informe difundido esta semana.
La publicación explica que cuatro de cada cinco personas encuestadas revisan su iPhone o Android dentro de los primeros 15 minutos después de haberse despertado en la mañana.
El informe parece una descripción de la rutina diaria de Marcia Fuentes, una joven madre quien trabaja como supervisora en un McDonads en Fredericksburg, Virginia.
“No puedo dejar el teléfono ni cargándolo, a veces incluso me despierto en la madrugada a ‘chequear’ el teléfono. Me despierto, veo el teléfono, voy al baño y llevo el teléfono, prefiero dejar otra cosa menos el teléfono. Si lo olvido, me regreso inmediatamente a la casa”, aseguró Fuentes, quien posee un iPhone 4s.
“Básicamente lo que está sucediendo es que se ha generado una adicción. Son comportamientos adictivos, como el tabaco, que produce ciertas sustancias a nivel cerebral que genera un sentimiento de bienestar en el momento en el que están utilizando el teléfono”, asegura a la Voz de América la Dr. Claudia Campos, presidenta y fundadora del Centro Integral de la Mujer.
El diagnóstico también describe la ansiedad de Fuentes cuando por cualquier motivo no tiene su aparato inteligente cerca. “Me frustro, me desespero”, reconoce.
La especialista sostiene que este fenómeno va más allá de una simple costumbre. Se trata de una pérdida de la realidad, o mejor dicho, “esta realidad está haciendo que nos aislemos del mundo real”.
De ahí que un pequeño grupo de personas prefieran mantenerse al margen de la tecnología, aun en contra de la moda social.
“Me da risa cuando veo a una pareja sentados en la misma mesa cada uno metido en su teléfono, o vas a un Starbucks y de 20 personas 18 están con su tableta, teléfono o computadora. Me da risa ver como un aparato tan pequeño tiene un tremendo poder sobre la gente”, asegura Erick Méndez, un joven salvadoreño, de 27 años.
Méndez, quien es dueño de una compañía de transporte pesado en la ciudad de Woodbridge, Virginia, asegura que como empresario “no quiero exponer mi vida privada en una red social. Reviso mis correos electrónicos y los contesto, pero Facebook es una pérdida de tiempo, al menos para una persona ocupada como yo”, sostiene.
La Dr. Campos asegura que no es la tecnología el problema, sino más bien, “la forma en la que la utilizamos”. Una forma que cada vez más personas adoptan.
El estudio de la IDC reflejó que los estadounidenses con teléfono inteligente utilizaron cerca del 84% del tiempo con su móvil revisando correos electrónicos, redes sociales y escribiendo mensajes de texto. Sólo el 16% se destinó a llamadas de voz.
El tema cobra mayor relevancia cuando consideramos que en cuatro años habrá 222,4 millones de teléfonos inteligentes en EE.UU., es decir, más de tres partes de la población total.
Según un estudio financiado por Facebook, los estadounidenses dueños de móviles inteligentes se conectan a sus aparatos móviles desde el momento en que se despiertan hasta el instante en que se van a la cama.
"Los teléfonos inteligentes, con sus aplicaciones y servicio de datos móviles, nos permiten estar conectados con nuestras familias, amigos, y comunidad desde el momento en que nos levantamos hasta el final del día", dijeron investigadores del International Data Corporation (IDC), en un informe difundido esta semana.
La publicación explica que cuatro de cada cinco personas encuestadas revisan su iPhone o Android dentro de los primeros 15 minutos después de haberse despertado en la mañana.
A veces incluso me despierto en la madrugada a ‘chequear’ el teléfono.Marcia Fuentes - Usuaria de teléfonos inteligentes.
El informe parece una descripción de la rutina diaria de Marcia Fuentes, una joven madre quien trabaja como supervisora en un McDonads en Fredericksburg, Virginia.
“No puedo dejar el teléfono ni cargándolo, a veces incluso me despierto en la madrugada a ‘chequear’ el teléfono. Me despierto, veo el teléfono, voy al baño y llevo el teléfono, prefiero dejar otra cosa menos el teléfono. Si lo olvido, me regreso inmediatamente a la casa”, aseguró Fuentes, quien posee un iPhone 4s.
“Básicamente lo que está sucediendo es que se ha generado una adicción. Son comportamientos adictivos, como el tabaco, que produce ciertas sustancias a nivel cerebral que genera un sentimiento de bienestar en el momento en el que están utilizando el teléfono”, asegura a la Voz de América la Dr. Claudia Campos, presidenta y fundadora del Centro Integral de la Mujer.
El diagnóstico también describe la ansiedad de Fuentes cuando por cualquier motivo no tiene su aparato inteligente cerca. “Me frustro, me desespero”, reconoce.
Esta realidad está haciendo que nos aislemos del mundo real.Dr. Claudia Campos - Presidenta Centro Integral de la Mujer
De ahí que un pequeño grupo de personas prefieran mantenerse al margen de la tecnología, aun en contra de la moda social.
“Me da risa cuando veo a una pareja sentados en la misma mesa cada uno metido en su teléfono, o vas a un Starbucks y de 20 personas 18 están con su tableta, teléfono o computadora. Me da risa ver como un aparato tan pequeño tiene un tremendo poder sobre la gente”, asegura Erick Méndez, un joven salvadoreño, de 27 años.
Méndez, quien es dueño de una compañía de transporte pesado en la ciudad de Woodbridge, Virginia, asegura que como empresario “no quiero exponer mi vida privada en una red social. Reviso mis correos electrónicos y los contesto, pero Facebook es una pérdida de tiempo, al menos para una persona ocupada como yo”, sostiene.
La Dr. Campos asegura que no es la tecnología el problema, sino más bien, “la forma en la que la utilizamos”. Una forma que cada vez más personas adoptan.
El estudio de la IDC reflejó que los estadounidenses con teléfono inteligente utilizaron cerca del 84% del tiempo con su móvil revisando correos electrónicos, redes sociales y escribiendo mensajes de texto. Sólo el 16% se destinó a llamadas de voz.
El tema cobra mayor relevancia cuando consideramos que en cuatro años habrá 222,4 millones de teléfonos inteligentes en EE.UU., es decir, más de tres partes de la población total.
