Las autoridades italianas arrestaron al capitán tunecino y a un tripulante sirio del barco cargado con migrantes que naufragó el fin de semana y los acusó de homicidio imprudente por la muerte de más de 800 personas.
Los arrestos tuvieron lugar la madrugada del martes, cuando fiscales abordaron el barco de rescate que llevó a los 27 sobrevivientes del desastre ocurrido el fin de semana a Sicilia. Todos los sobrevivientes fueron interrogados.
El capitán fue identificado como Mohamed Ali Malek, de 27 años, mientras el tripulante es Mahmud Bikhit, de 25.
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, ACNUR, dijo que el barco llevaba 850 personas y solo 28 sobrevivieron. Esto lo convierte en la peor tragedia de la historia en el Mediterráneo.
La ACNUR añadió que los migrantes procedían de Eritrea (350), Etiopía, Gambia, Costa de Marfil, Mali, Senegal, Sierra Leona, Somalia y Siria.
De acuerdo a uno de los sobrevivientes, los traficantes habían encerrado a algunos de los migrantes en la cubierta inferior del barco.
Mientras tanto, líderes de la Unión Europea preparan un nuevo plan para frenar la ola de llegadas y socavar la economía de los contrabandistas y sus bienes más preciados: los barcos.
El primer ministro australiano, Tony Abbott, cuyo gobierno recientemente aprobó nuevas y muy duras regulaciones sobre los migrantes que buscan asilo, dijo a los reporteros en Camberra que Europa debería hacer lo mismo para evitar más muertes en el mar.
De acuerdo a las nuevas reglas australianas, la fuerza naval regresa los botes con migrantes antes de que lleguen a las costas de Australia, ya se enviándolos de regreso al país de donde provienen o campos en las islas de Nauru y Papúa Nueva Guinea.
Abbot agregó que la única forma de parar las muertes era parando los botes.
El jefe de la Unión Europea convocó a los 28 jefes de estado de la UE a una sesión de emergencia para hacer frente a la crisis migratoria sin precedentes. La cumbre de Bruselas tendrá lugar el jueves.
