Los principales legisladores estadounidenses calificaron el miércoles la incursión del presidente ruso Vladimir Putin en las regiones ocupadas de Donetsk y Lugansk, en el este de Ucrania, como un asalto a la democracia.
“Es impresionante ver, en esta época, a un tirano entrando en un país. Este es el mismo tirano que atacó nuestra democracia en 2016”, dijo la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, en una conferencia de prensa, recordando la injerencia de Putin en las elecciones estadounidenses.
Pelosi y otros importantes demócratas que regresaron de participar en la Conferencia de Seguridad de Múnich esta semana elogiaron al presidente Joe Biden por trabajar con aliados europeos para mantener un frente unido para disuadir a Rusia.
Biden anunció el martes que Estados Unidos también sancionaría a los funcionarios y bancos rusos en respuesta al discurso de Putin en el que afirmó que Donetsk y Luhansk eran independientes de Ucrania. Ya el miércoles, el objetivo de nuevas sanciones estadounidenses fue el gasoducto Nord Stream 2.
Orden de las sanciones
A pesar de la significativa unidad bipartidista en rechazo de la agresión rusa en Ucrania, los demócratas y los republicanos han tenido problemas para ponerse de acuerdo sobre cómo ordenar las sanciones para desalentar y penalizar a Putin por sus incursiones en la nación independiente de Europa del Este.
Los republicanos del Congreso han criticado el enfoque de la Casa Blanca ante la crisis, acusando a la Administración Biden de esperar hasta que ha sido demasiado tarde para disuadir a Putin.
El senador republicano Ben Sasse, miembro del Comité de Inteligencia del Senado, aseguró que la primera ronda de sanciones fue “demasiado poca y demasiado tarde”.
“Estas sanciones deberían haber ocurrido antes de que Putin invadiera más Ucrania, no después”, agregó.
Se estima que 150.000 soldados rusos se han concentrado en la frontera con Ucrania en las últimas semanas. Putin asegura que se trata de una misión para “mantener la paz”, sin embargo EE. UU. y sus aliados aseguran que es una operación de bandera falsa para permitir una mayor incursión en Ucrania.
* Con colaboración de Katherine Gypson, periodista de VOA, desde Washington DC
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