El pasado 11 de agosto, la cadena estatal china CCTV publicó un informe que sugería que los atletas estadounidenses que participaron en los Juegos Mundiales Militares de 2019 organizados en la ciudad de Wuhan podrían haber introducido el COVID-19 en ese país.
Los juegos se celebraron en octubre de ese año y convocaron a 9.308 atletas de todo el mundo, incluidos más de 280 personas de Estados Unidos entre deportistas y personal.
"[Durante los Juegos Mundiales Militares de 2019], cinco competidores militares estadounidenses presentaron síntomas de enfermedades infecciosas, como fiebre, tos y diarrea, y fueron trasladados al Hospital Jinyintan, un famoso hospital de enfermedades infecciosas en Wuhan", afirmaba el informe de CCTV.
El reportaje resucitó una vieja teoría de la conspiración, que incluso otros medios de comunicación chinos y un funcionario sanitario de alto rango han rechazado.
Para confirmarlo, han surgido otros informes de que los atletas extranjeros cayeron enfermos con síntomas similares a los del COVID-19, lo que provocó que algunos congresistas republicanos pidieran una investigación para determinar si los Juegos Mundiales Militares 2019 fueron un "evento de superdifusión".
Sin embargo, el caso de esos cinco atletas, ninguno de los cuales fue identificado como ciudadano estadounidense, había sido cubierto por los medios de comunicación chinos. Y no ha habido pruebas de que el personal enfermo en los Juegos llevó el COVID-19 a Wuhan, donde se originó la pandemia.
"Esto ni siquiera merece ser desmentido"
Las infecciones por COVID-19 se registraron por primera vez en Wuhan en diciembre de 2019. El origen del virus que causa la enfermedad se desconoce, pero eso no ha impedido que los medios de comunicación y los funcionarios chinos intenten culpar a Estados Unidos.
El director del Hospital Jinyintan de Wuhan, Zhang Dingyu, le confirmó el 23 de febrero de 2020 al periódico chino Southern Weekly que cinco atletas extranjeros enfermos de malaria habían sido tratados en el hospital. El incidente, según le dijo al diario, "no tenía nada que ver con el COVID-19".
"Esto ni siquiera merece ser desmentido", aseguró en su día Zhang, quien goza de buena credibilidad en China. En septiembre de 2020 fue galardonado por el presidente Xi Jinping como "Héroe del Pueblo", uno de los más altos honores nacionales, por "sus destacadas contribuciones a la lucha del país contra la epidemia de COVID-19".
El propio reportaje de CCTV afirmaba que "el diagnóstico preliminar era malaria", pero luego señalaba que esta "solo existe en lugares con condiciones higiénicas extremadamente pobres como África", por lo que permite cuestionar el contagio de los soldados estadounidenses.
CCTV señaló que la malaria estaba "básicamente extinguida" en China, país que efectivamente recibió el pasado junio la certificación de estar libre de malaria por parte de la Organización Mundial de la Salud.
Como el virus Sars-CoV-2 que causa el COVID-19 no había sido identificado para entonces, aún existe la posibilidad de que el diagnóstico de los deportistas haya sido erróneo. Sin embargo, medios locales informaron en su momento de que dos de los cinco atletas enfermos eran africanos, pero no se mencionó la nacionalidad de los demás ni se habló de estadounidenses.
La web oficial del Hospital Jinyintan, por su parte, informó el 4 de noviembre de 2019 que los funcionarios de salud locales habían visitado en el hospital a dos atletas de África trasladados por malaria. En una de las fotos se puede ver "Nigerian Army" en la chaqueta negra y roja del deportista.
CCTV afirmó sin pruebas que, dos días antes de que otros abandonaran los Juegos, el Ejército estadounidense había enviado aviones para recoger a los atletas enfermos y devolverlos a Estados Unidos con el fin de que recibieran tratamiento. Sin embargo, según los medios locales, dos de los atletas agradecieron al personal del hospital y a su tratamiento, lo que parece contradecir la afirmación de la cadena. Además, nunca se han presentado los historiales médicos ni datos de los pasaportes de estos cinco deportistas.
Teorías de la conspiración
El periódico People’s Daily, dirigido por el Partido Comunista chino, tuiteó el 16 de marzo de 2020 sobre el informe de Southern Weekly. Este refutaba la afirmación de que cinco militares estadounidenses habían sido enviados al Hospital Wuhan Jinyintan con síntomas de COVID-19 en octubre de 2019 durante los Juegos Mundiales Militares.
Algunos usuarios se burlaron: "¿[El] People’s Daily acaba de abofetear a Zhao Lijian en la cara?", comentó uno. Zhao, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, había difundido la teoría de la conspiración de los Juegos Militares el 12 de marzo de 2020, cuando tuiteó.
"El Centro para el Control y Prevención de Enfermedades fue sorprendido en el acto. ¿Cuándo surgió el paciente cero en EE.UU.? ¿Cuántas personas están infectadas? ¿Cuáles son los nombres de los hospitales? Podría ser el Ejército estadounidense el que llevó la epidemia a Wuhan ¡Sean transparentes! ¡Hagan públicos sus datos! EE.UU. nos debe una explicación".
En ese momento, Maatje Benassi, una reservista del Ejército que participó en los Juegos con el Equipo de Ciclismo de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, fue tildada en internet de haber llevado el virus a Wuhan. Benassi, sin embargo, aseguró que no había experimentado ningún síntoma de COVID-19.
Aun así, CCTV citó a George Webb, a quien describió como "un periodista de investigación", al publicar un video en el que se afirmaba que "una atleta estadounidense que participó en los Juegos Mundiales Militares de Wuhan en 2019 podría haber sido el ‘paciente cero’ que desencadenó inicialmente la epidemia de COVID-19".
De hecho, Webb, a quien Associated Press calificó de "teórico de la conspiración con fines de lucro en Washington, D.C.", llegó a indagar en la vida privada de Benassi para afirmar en un video, sin pruebas, que ella había llevado el virus desde el laboratorio de investigación biológica del Ejército de Estados Unidos en Fort Detrick, Maryland, a Wuhan.
Benassi servía entonces como oficial de seguridad de un hospital comunitario en Fort Belvoir, en el condado de Fairfax (Virginia), a unos 67 kilómetros al sur de Fort Detrick. El video de Webb circuló en China y también lo compartió el diario estatal Global Times, pero Benassi recibió amenazas de muerte y el video fue retirado de YouTube. Sin embargo, continuó publicado en la red social china Weibo, donde cuenta con millones de visualizaciones.
La cadena CNN, por su parte, señaló que durante una entrevista telefónica en abril de 2020 Webb no pudo aportar "pruebas sustanciales para sustentar sus afirmaciones sobre Benassi". Webb ya ha sido sorprendido vendiendo teorías conspirativas sin fundamento, con consecuencias reales.
El origen del virus todavía es incierto
Aun así, tanto el origen del COVID-19 como lo que ocurría en Wuhan durante los Juegos Mundiales Militares 2019 sigue abierto a la especulación.
Por un lado, varios atletas de Europa y Norteamérica informaron de síntomas similares a los del COVID-19 mientras participaban en los Juegos o volvían a casa.
"[Me puse] muy enfermo doce días después de llegar, con fiebre, escalofríos, vómitos, insomnio... En nuestra vuelta a casa, los sesenta atletas canadienses fueron aislados [en la parte trasera del avión] durante las doce horas de vuelo. Estábamos enfermos con síntomas que iban desde la tos hasta la diarrea", se lee en un informe del Comité Republicano de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes sobre los orígenes del COVID-19, que cita a un deportista canadiense.
Una versión actualizada de ese informe publicada a principios de agosto por el principal miembro del Partido Republicano en el comité afirmaba en ese sentido que "los atletas de los Juegos Mundiales Militares enfermaron con síntomas similares a los del COVID-19". Y continuaba: "Algunos de ellos llevaron el virus a sus países de origen, creando uno de los primeros eventos de superdifusión del mundo".
Sin embargo, estas afirmaciones siguen sin verificarse.
El senador republicano Roger Marshall y el representante republicano Mike Gallagher se han puesto en contacto con el Departamento de Salud y Servicios Humanos y el Pentágono, respectivamente, en un intento de establecer si algún atleta militar estadounidense pudo haber sido infectado en Wuhan antes de regresar a Estados Unidos, informó el Washington Post.
El portavoz del Pentágono, John Kirby, le aseguró al Post que no sabía de tropas estadounidenses que hubieran enfermado por infecciones de COVID-19 durante los Juegos Mundiales Militares de 2019.
Gallagher le ha preguntado al Pentágono, entre otras, si alguno de los militares estadounidenses fue sometido a pruebas de anticuerpos contra el COVID-19, y si se realizó algún rastreo de contactos una vez que regresaron a su puesto en Estados Unidos.
Hay científicos que han planteado que el nuevo coronavirus podría haber estado ya circulando en Wuhan durante los Juegos Mundiales Militares de 2019. Según un estudio británico, publicado en la revista médica Infection, Genetics and Evolution en septiembre de 2020 a partir de la evolución del virus SARS-CoV-2, la pandemia podría haber comenzado ya el 6 de octubre de 2019, menos de dos semanas antes de los Juegos en esa ciudad china.
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Actualizado en inglés el 23 de agosto de 2021 para añadir información del sitio web del Hospital Jinyintan sobre el tratamiento de los atletas africanos contra la malaria, y traducido al español el 14 de septiembre de 2021.
[Reportaron para este artículo los periodistas William Echols y Legu Zhan. Este reporte fue originalmente publicado por VOA News]
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