Con marchas contrarias de oficialistas y opositores, Venezuela celebró este jueves el Día del Trabajo, en medio de una de las peores crisis de protestas antigubernamentales que ya han dejado 41 muertos y más de 700 heridos.
La Mesa de la Unidad Democrática, el principal grupo aglutinador de la oposición, marchó en Caracas junto a trabajadores, periodistas y estudiantes para protestar contra la política económica del Gobierno.
En la concentración oficialista, el presidente Nicolás Maduro dijo que la multitud que tenía delante celebrando el Día del Trabajo era "la mayor demostración de qué lado está la clase obrera".
Esta semana, Maduro decretó un aumento del salario mínimo que líderes sindicales consideran “una burla ante la realidad del país” por lo que han pedido que se eleve el salario a todos los trabajadores.
Durante el acto convocado por la oposición, el alcalde Metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma, dijo que mientras se incremente el sueldo por la vía del decreto Venezuela podría llegar a una hiperinflación.
Ledezma señaló que Maduro y su gobierno han "demolido" el salario de los obreros y "echado al suelo las esperanzas de maestros, enfermeras, médicos, artesanos, agricultores, que ven cómo después de tanto esfuerzo lo que ganan no vale nada".
El secretario general de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), Manuel Cova, declaró que el aumento del 30% anunciado el martes por Maduro es “insuficiente” y “discriminatorio”.
El decreto gubernamental eleva el sueldo básico a 4.251,78 bolívares (674,88 dólares), lo que junto al 10 % ya aprobado en enero supone una subida del 43 % en lo que va de año.
Pese a que el aumento no supera a la inflación de 56,2% en 2013, la principal organización patronal de Venezuela, Fedecámaras, consideró que el aumento ha sido “responsable”.
"Se está tratando una bronquitis como si fuera una tosecita porque ciertamente para los trabajadores y la gente que está empleada el aumento del 30 % le parece poco, pero creo que es absolutamente responsable", dijo el presidente de la organización, Jorge Roig.
En cambio, uno de los principales líderes opositores, Henrique Capriles, calificó el alza salarial como un “aumento chucuto”.
“Todos los trabajadores del país merecen una mejora salarial que les permita compensar la terrible inflación –añadió. Yo quiero que esto cambie, pero para lograr que cambie debemos luchar juntos. Este país está destinado a ser grande”.
Las manifestaciones de este jueves seguramente avivarán también el debate sobre las limitaciones establecidas al derecho a manifestar, luego del fallo del Tribunal Supremo de Justicia y de la opinión de la fiscal general de la República, Luis Ortega, que aseguran “no es absoluto”.
La Mesa de la Unidad Democrática, el principal grupo aglutinador de la oposición, marchó en Caracas junto a trabajadores, periodistas y estudiantes para protestar contra la política económica del Gobierno.
En la concentración oficialista, el presidente Nicolás Maduro dijo que la multitud que tenía delante celebrando el Día del Trabajo era "la mayor demostración de qué lado está la clase obrera".
Esta semana, Maduro decretó un aumento del salario mínimo que líderes sindicales consideran “una burla ante la realidad del país” por lo que han pedido que se eleve el salario a todos los trabajadores.
Durante el acto convocado por la oposición, el alcalde Metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma, dijo que mientras se incremente el sueldo por la vía del decreto Venezuela podría llegar a una hiperinflación.
Ledezma señaló que Maduro y su gobierno han "demolido" el salario de los obreros y "echado al suelo las esperanzas de maestros, enfermeras, médicos, artesanos, agricultores, que ven cómo después de tanto esfuerzo lo que ganan no vale nada".
El secretario general de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), Manuel Cova, declaró que el aumento del 30% anunciado el martes por Maduro es “insuficiente” y “discriminatorio”.
El decreto gubernamental eleva el sueldo básico a 4.251,78 bolívares (674,88 dólares), lo que junto al 10 % ya aprobado en enero supone una subida del 43 % en lo que va de año.
Pese a que el aumento no supera a la inflación de 56,2% en 2013, la principal organización patronal de Venezuela, Fedecámaras, consideró que el aumento ha sido “responsable”.
"Se está tratando una bronquitis como si fuera una tosecita porque ciertamente para los trabajadores y la gente que está empleada el aumento del 30 % le parece poco, pero creo que es absolutamente responsable", dijo el presidente de la organización, Jorge Roig.
En cambio, uno de los principales líderes opositores, Henrique Capriles, calificó el alza salarial como un “aumento chucuto”.
“Todos los trabajadores del país merecen una mejora salarial que les permita compensar la terrible inflación –añadió. Yo quiero que esto cambie, pero para lograr que cambie debemos luchar juntos. Este país está destinado a ser grande”.
Las manifestaciones de este jueves seguramente avivarán también el debate sobre las limitaciones establecidas al derecho a manifestar, luego del fallo del Tribunal Supremo de Justicia y de la opinión de la fiscal general de la República, Luis Ortega, que aseguran “no es absoluto”.