El presidente Donald Trump acusó a los prominentes senadores republicanos John McCain y Lindsay Graham de tratar de comenzar una Tercera Guerra Mundial luego de que emitieron un comunicado conjunto criticando su prohibición antiinmigrante.
Los senadores, representantes de Arizona y Carolina del Sur respectivamente, criticaron la orden ejecutiva que prohibe la llegada de viajeros procedentes de siete países de mayoría musulmana a Estados Unidos y dijeron que la falta de un adecuado análisis sobre las consecuencias de la medida llevaron a la confusión total en los aeropuertos del país.
“Tememos que esta orden ejecutiva se convertirá en una herida auto-infligida en la lucha contra el terrorismo”, dijeron los senadores en su comunicado.
El presidente minimizó inmediatamente la opinión de los senadores. “El comunicado conjunto de los ex candidatos presidenciales John McCain y Lindsey Graham es equivocado —son débiles en inmigración. Los dos … senadores deberían enfocar sus energías en ISIS, la inmigración ilegal y la seguridad fronteriza en lugar de siempre estar buscando el comienzo de la III Guerra Mundial”, escribió Trump en dos tuits seguidos.
Los senadores, expertos en temas de seguridad nacional y que frecuentemente se han opuesto públicamente a las ideas de Trump”, dijeron estar “particularmente preocupados por los reportes de que esta orden entró en efecto con poca o ninguna consulta con los departamentos de Estado, Defensa, Justicia y Seguridad Nacional”.
“Un proceso tan apresurado tiene el riesgo de que cause resultados dañinos”, afirman en el comunicado. “No deberíamos impedir que quienes tienen una green card regresen al país que consideran como su casa. No deberíamos impedir que quienes han servido como intérpretes de nuestros soldados y diplomáticos busquen refugio en el país por el que arriesgaron sus vidas con tal de ayudar. Y no deberíamos dar la espalda a aquellos refugiados que han demostrado, luego de una extensa investigación, que no representan ningún peligro demostrable a nuestro país, y que han sufrido indecibles horrores, la mayoría de ellos mujeres y niños”.
La suspensión temporal del programa de acogida de refugiados causó estragos y protestas en aeropuertos y ciudades de todo el país.
La agencia Associated Press hizo notar en un artículo que Trump podría haber evitado al menos parte esas consecuencias. "Podría haber consultado con las agencias encargadas de ejecutar la orden. Podría haber ofrecido un discurso explicando su acción e intenciones al pueblo estadounidense. Su equipo podría haber preparado un plan de contingencia para los viajeros que no podrían entrar al país pero que ya se encontraban de viaje en el momento de la firma del decreto".
"En lugar de esto, Trump demostró no solo que tiene intención de cumplir sus controvertidas promesas electorales de inmediato, sino que piensa hacerlo con el espíritu del mandato que sus asesores creen que tiene: irrumpiendo en Washington y prendiendo fuego a las normas respetadas por sus líderes", añade el artículo.
Marco Rubio opina
Los senadores Marco Rubio (Florida) y Tim Scott (Carolina del Sur) también emitieron un comunicado conjunto, aunque sus palabras fueron mucho más moderadas que las de sus colegas McCain y Graham.
"Nos inquieta el impacto potencial de estas medidas en nuestro soldados y personal diplomático en el extranjero, y de quienes ponen peligro sus vidas por trabajar con nosotros", dijeron Rubio y Scott.
"Ambos estamos comprometidos en hacer lo necesario para mantener EE.UU. seguro. Igualmente estamos comprometidos con la defensa de las libertades religiosas y nuestra tradición de proveer refugio a quienes huyen de la persecución", añaden.
De igual manera, el senador republicano por Tennessee, Bob Corker, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, dijo que "la administración debería realizar las revisiones apropiadas, y es mi esperanza que [luego de ésta] y de la implementación de mejoras en la seguridad muchos de estos programas van a ser mejorados y reinstalados".
Las órdenes ejecutivas sobre los refugiados fueron apoyadas públicamente por el sindicato que representa a los miembros de la Patrulla Fronteriza y a los oficiales de Inmigración y Aduanas.
La National Border Patrol Council emitió un comunicado en su sitio web el domingo, aplaudiendo las políticas del presidente Trump y calificándolas de “acciones rápidas y decididas” que harán “de Estados Unidos un país más seguro y próspero”.