La primera dama, Melania Trump, visitó el jueves la frontera sur estadounidense por segunda vez en una semana para reunirse con autoridades migratorias en Tucson, Arizona y tener una visión más amplia del tratamiento a los inmigrantes.
La primera dama participó en una mesa redonda con oficiales de la Patrulla Fronteriza, del Servicio de Inmigración y Aduanas, del Servicio de Mariscales de EE.UU y un ranchero local en un centro de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza.
“Sé que tan peligrosa y difícil es su labor, por eso aprecio mucho lo que hacen por nuestro país”, dijo la primera dama a los oficiales en Tucson.
Un oficial de aduanas y protección fronteriza le enseñó a la esposa del presidente una imagen de un niño de seis años que supuestamente había sido abandonado en el desierto.
“Es increíble, con tan solo seis años y alguien lo abandonó. Guau. Muy triste", dijo Melania Trump después de oír la historia del niño.
El presidente Donald Trump ha dado un giro de 180 grados para acabar con la política de separación de familias migrantes, pero aún alrededor de 2.000 niños siguen separados de sus padres, de acuerdo con cifras que el gobierno dio la semana pasada.
Un proyecto de ley republicano que buscaba reformar las leyes migratorias falló estrepitosamente en el congreso, obteniendo solo 121 de 301 votos posibles.
La semana pasada, en una instalación federal en McAllen, Texas, la primera dama preguntó qué podía hacer para ayudar a que los niños se reunieran con sus familias lo antes posible.
