El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, dijo este lunes que el ingreso de su país al Mercosur es un “evento histórico” que pone a los venezolanos en su “exacta dimensión geopolítica”.
Al abordar el avión que lo llevó a Brasil para asistir a la ceremonia donde el martes 31 de julio se oficializará la incorporación de Venezuela al bloque comercial suramericano, Chávez subrayó que su rumbo “es el sur”.
Este es el primer viaje oficial que realiza el presidente venezolano este año y representa su regreso al escenario internacional luego de tres operaciones y un tratamiento intensivo de radio y quimioterapia contra el cáncer.
El ingreso de Venezuela al organismo económico regional había sido aprobado por los mandatarios de Brasil, Argentina y Uruguay desde 2006, pero estuvo bloqueado por el Congreso paraguayo que se negó a ratificarlo.
Sin embargo, después de que Paraguay fue suspendido del Mercosur, como consecuencia de la destitución en ese país del presidente de izquierda Fernando Lugo, Argentina, Brasil y Uruguay tramitaron de manera expresa la incorporación de Venezuela.
Chávez declaró que la entrada de su país al bloque suramericano es "un fracaso de la política exterior norteamericana", porque detrás de la prolongada negativa del Congreso paraguayo—agregó— estuvo "la mano de la diplomacia de Estados Unidos, que siempre ha querido aislar a Venezuela".
Según el acuerdo de adhesión, el libre comercio entre Venezuela y sus otros socios del Mercosur empezará a regir dentro de cuatro años.
Expertos señalan que más allá de beneficios económicos Chávez busca con su incorporación al bloque fortalecer su influencia política y alianzas en la región.
Productores agrícolas venezolanos han dicho temer que con el ingreso al Mercosur se deprima la producción en el país de café, cereales, caña de azúcar y también la ganadería, en razón a la entrada de importaciones baratas provenientes Suramérica.
Un exdiplomático brasileño que tomó parte en la creación del bloque comercial a principios de los años 90, Rubens Barbosa, ha dicho que "la adhesión (de Venezuela), decidida por motivos políticos (...) puede representar un costo altísimo para los miembros fundadores" del grupo.
Al abordar el avión que lo llevó a Brasil para asistir a la ceremonia donde el martes 31 de julio se oficializará la incorporación de Venezuela al bloque comercial suramericano, Chávez subrayó que su rumbo “es el sur”.
Este es el primer viaje oficial que realiza el presidente venezolano este año y representa su regreso al escenario internacional luego de tres operaciones y un tratamiento intensivo de radio y quimioterapia contra el cáncer.
El ingreso de Venezuela al organismo económico regional había sido aprobado por los mandatarios de Brasil, Argentina y Uruguay desde 2006, pero estuvo bloqueado por el Congreso paraguayo que se negó a ratificarlo.
Sin embargo, después de que Paraguay fue suspendido del Mercosur, como consecuencia de la destitución en ese país del presidente de izquierda Fernando Lugo, Argentina, Brasil y Uruguay tramitaron de manera expresa la incorporación de Venezuela.
Chávez declaró que la entrada de su país al bloque suramericano es "un fracaso de la política exterior norteamericana", porque detrás de la prolongada negativa del Congreso paraguayo—agregó— estuvo "la mano de la diplomacia de Estados Unidos, que siempre ha querido aislar a Venezuela".
Según el acuerdo de adhesión, el libre comercio entre Venezuela y sus otros socios del Mercosur empezará a regir dentro de cuatro años.
Expertos señalan que más allá de beneficios económicos Chávez busca con su incorporación al bloque fortalecer su influencia política y alianzas en la región.
Productores agrícolas venezolanos han dicho temer que con el ingreso al Mercosur se deprima la producción en el país de café, cereales, caña de azúcar y también la ganadería, en razón a la entrada de importaciones baratas provenientes Suramérica.
Un exdiplomático brasileño que tomó parte en la creación del bloque comercial a principios de los años 90, Rubens Barbosa, ha dicho que "la adhesión (de Venezuela), decidida por motivos políticos (...) puede representar un costo altísimo para los miembros fundadores" del grupo.
