Mientras cientos de migrantes, en su mayoría hondureños, se mantienen este miércoles en la frontera de Guatemala con México tratando de entrar al país azteca, las autoridades mexicanas llamaron a la prudencia y justificaron las acciones de la Guardia Nacional para impedir el paso de la caravana.
El lunes, la Guardia Nacional y los migrantes forcejearon en el puente que cruza el río Suchiate. Hubo empujones y gases lacrimógenos, y algunos migrantes lanzaron piedras a los agentes.
Al no poder atravesar el puente, los migrantes cruzaron el río el martes, pero la mayoría fue detenida por las autoridades mexicanas y el resto regresó al lado de Guatemala ante el fracaso de sus esfuerzos.
El secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, dijo que la corporación policial se comportó conforme al ordenamiento y respetó los derechos humanos de un grupo de aproximadamente 1.000 migrantes que intentó entrar por la fuerza a México. Además explicó que se evitó una tragedia.
“No tenemos heridos, no tenemos una situación que lamentar, a pesar de las pedradas que recibimos (...) si alguien tenía una intención de provocar no logró su cometido”, declaró Ebrard.
Por su parte, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, explicó que se actuó conforme a la ley, respetando también acuerdos internacionales como el pacto de Marrakech.
“La Guardia Nacional solamente ordenó a los migrantes para entrar a nuestro país. No hubo ningún incidente, ni lo habrá, espero, porque la instrucción del presidente es muy clara: el respeto irrestricto a los migrantes".
Aun así, muchos quedaban en la frontera, aguardando una oportunidad para cruzar a México y seguir su camino hacia Estados Unidos. Ebrard dijo que eran unos 600, pero según la agencia Reuters, los testigos contabilizaron alrededor de 1.500.
Los migrantes dijeron que esperarían posiblemente hasta el jueves para determinar cómo van a avanzar. Ese día esperan que más personas se sumen a la caravana.
México comenzó a deportar a algunos migrantes a Honduras: 110 en un vuelo a San Pedro Sula y 144 en autobús.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, expresó el martes que el gobierno está intentando proteger a los migrantes al impedirles viajar ilegalmente por el país. Señaló que deben respetar las leyes mexicanas.
“Porque si no los cuidamos, si no sabemos quiénes son, si no tenemos un registro, pasan y llegan al norte, y los atrapan las bandas de delincuentes y los agreden, porque así era antes también”, afirmó. “Los desaparecían”.
La caravana de miles de personas partió la semana pasada desde Honduras con la esperanza de que México les permitiera el paso, en un nuevo desafío a la estrategia del presidente Donald Trump de exigir a otros gobiernos que detengan el flujo de migrantes con destino a Estados Unidos.
Muchos activistas de derechos humanos han criticado a México por su actitud, pero el secretario interino de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Ken Cuccinelli, elogió a las autoridades mexicanas en un mensaje de Twitter.
“Apreciamos que México esté haciendo más de lo que hizo el año pasado para interceptar las caravanas que intentan desplazarse ilegalmente en dirección norte hasta nuestra frontera sur”.
(Colaboración: Waldo Serrano)