SpaceX puso en órbita con éxito su nuevo grupo de satélites de Internet de alta velocidad el lunes, pero no pudo aterrizar su cohete en una nave autónoma, errando un objetivo clave.
La compañía privada, fundada por el multimillonario Elon Musk ha revolucionado los vuelos espaciales en los últimos años al desarrollar cohetes capaces de entregar su carga útil en el espacio y luego volar de regreso a la Tierra y aterrizar en posición vertical en una zona objetivo, listos para ser reutilizados.
SpaceX ha aterrizado con éxito su cohete de lanzamiento 49 veces y la misión del lunes habría sido la 50.
"Tuvimos un despegue a tiempo esta mañana, una buena separación de etapas, la primera etapa regresó a la Tierra", dijo la ingeniera de fabricación Jessica Anderson durante una transmisión en vivo de la misión, que se lanzó desde Cabo Cañaveral, Florida, a las 10:05 a.m. (1505 GMT).
"Desafortunadamente, no aterrizamos la primera etapa en nuestro barco no tripulado, pero sí aterrizó suavemente en el agua justo al lado del barco, por lo que parece que podría estar completo", agregó.
La misión entregó la quinta carga de 60 satélites de la constelación Starlink de banda ancha de SpaceX, parte de sus planes para controlar una gran parte del futuro mercado espacial de Internet.
Existen alrededor de 300 satélites Starlink en órbita y ese número podría algún día llegar a miles.
Varios rivales tienen la misma ambición, incluida la nueva empresa OneWeb con sede en Londres y el gigante minorista estadounidense Amazon, cuyo Proyecto Kuiper está mucho menos avanzado.
Los astrónomos han expresado preocupación de que el creciente número de satélites en órbita podrían oscurecer nuestra visión del cielo nocturno, tanto visualmente como a través de interferencias de radio.
La reutilización de cohetes reduce drásticamente el costo de las misiones, y el Falcon 9 utilizado en el lanzamiento del lunes voló por cuarta vez.
(Adaptada de original en inglés)