Las finales de conferencia de la NBA entran en su etapa decisiva. Y tras cada partido, se producen nuevos ajustes. Así, en la misma medida que la capacidad defensiva mejora, el goleo disminuye, y quienes parecen haber empezado a pagar el precio son los equipos más jóvenes.
El Heat de Miami abrió una ventaja a su favor anoche en el sur de la Florida, en el primer partido como local, al ganar por 96 a 85 y sumar su segunda victoria consecutivo contra los Bulls de Chicago, que habían ganado con autoridad el primer partido, pero que en los últimos dos partidos se han visto dominados por la defensa rival.
La figura del partido fue Chris Bosh que marcó 34 puntos para liderar a los "beach boys" del sur de la Florida.
La propuesta del entrenador de Chicago de ir a cambiar ataque por ataque le permitió mantener al equipo cerca en el marcador durante todo el partido, pero sólo lograron estar al frente en el marcado al comienzo del encuentro y en el inicio de la segunda parte. Carlos Boozer fue el jugador más destacado de los Bulls con 26 puntos y otra labor apagada del Jugador Más Valioso de la NBA, Derrick Rose.
Dallas silencia a Oklahoma
Tras la victoria lograda en Dallas por 106 a 100 en el segundo partido, que les permitió igualar la serie, los Thunder de Oklahoma City regresaban a su estadio animados. Los fanáticos respondieron alentando a todo pulmón, pero desde el inicio el equipo apareció apagado y rápidamente acumuló una desventaja que llegó a ser de hasta 23 puntos.
Una agónica remontada en el último cuarto no fue suficiente y los Mavericks de Dallas se impusieron por 93 a 87. Peor aún, como locales, los Thunder se anotaron un pésimo récord, fallaron 16 lanzamientos consecutivos de tres puntos. Recién en el decimoséptimo lanzamiento consiguieron anotar, consolidando así un nuevo récord.
"Si pierdes un partido en casa, tienes que enojarte", dijo el jugador de los Thunder, Russell Westbrook. "Tienes que cuidar tu cancha".
Ahora están obligados a ganar el próximo partido, antes de regresar por dos enfrentamientos en Dallas y cerrar la serie en Oklahoma en caso de que sea necesario un séptimo partido.
El entrenador Rick Carlisle de los Mavericks, dijo que es fundamental recuperar la defensa, como ocurrió en el tercer partido, “y ahora debemos conservarla de aquí en adelante".