El primer ministro israelí Benjamín Netanyahu se comprometió el lunes a llevar a cabo una fuerte respuesta a un ataque con cohetes que mató a 12 niños en los Altos del Golán controlados por Israel.
Netanyahu visitó el lugar del ataque el lunes, donde reiteró la acusación de Israel de que el grupo militante Hizbulá, con sede en el Líbano, era el responsable. Hizbulá, que ha intercambiado disparos con las fuerzas israelíes al otro lado de la frontera desde el inicio de la guerra entre Israel y Hamás en la Franja de Gaza, ha negado su responsabilidad.
"Estos niños son nuestros hijos, son los hijos de todos nosotros", dijo Netanyahu. "El Estado de Israel no pasará ni puede pasar por alto esto. Nuestra respuesta llegará, y será severa".
Su visita no fue del todo bien recibida, ya que varios cientos de familiares de las víctimas y miembros de la comunidad protestaron porque Netanyahu estaba explotando la situación para obtener beneficios políticos.
El ataque ha aumentado aún más los temores de una escalada del conflicto en la región donde Hizbulá y los militantes hutíes de Yemen, ambos respaldados por Irán, han estado llevando a cabo ataques que dicen son en apoyo a Hamás.
Jonathan Ruhe, director de política exterior del Instituto Judío para la Seguridad Nacional de Estados Unidos, dijo a la VOA que el potencial de escalada entre Israel y Hizbulá es el más alto desde el inicio de la guerra de Gaza en octubre.
"Creo que ambas partes habían acordado algunas reglas tácitas del juego, como dicen, en las que los ataques continuarían, pero ambas partes reconocieron implícitamente una especie de umbrales que no atacarían en el otro lado", dijo Ruhe. "Creo que Israel se encuentra entre la espada y la pared porque siente remordimiento de cambiar esas reglas del juego para convencer a Hizbulá de que ataques como el ocurrido el sábado ya no pueden continuar".
Las Naciones Unidas y otros países han estado trabajando en los últimos días para tratar de reducir las tensiones.
El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, dijo a los periodistas el lunes que Estados Unidos estaba "confiado" en la posibilidad de evitar una guerra más amplia.
Nimrod Goren, investigador principal de Asuntos Israelíes en el Instituto de Oriente Medio, dijo a la VOA que los esfuerzos anteriores para desescalar la situación entre Israel y Hizbulá estaban relacionados con el impulso para lograr un alto al fuego en Gaza.
Pero esas conversaciones se han prolongado durante meses sin que se haya llegado a un acuerdo.
"Hay una necesidad de otro tipo de rampa de salida entre Israel y Hizbulá porque la situación actual, como vemos que está sucediendo, no podría durar más tiempo", dijo Goren. "El precio en ambos lados se está volviendo muy significativo".
Hizbulá dijo que disparó una andanada de cohetes el lunes contra Israel, que siguió a un ataque aéreo israelí en el sur de Líbano que mató a dos personas.
Las fuerzas israelíes también llevaron a cabo ataques terrestres y aéreos el lunes en el sur de la Franja de Gaza.
El Ejército israelí dijo que sus operaciones en Gaza incluyeron combates en Rafah y Khan Younis, así como ataques aéreos contra unos 35 objetivos de Hamás en toda la Franja de Gaza durante el día pasado.
La guerra en Gaza comenzó con el ataque de Hamas el 7 de octubre en el sur de Israel, en el que los militantes mataron a 1.200 personas y tomaron como rehenes a unas 250.
La campaña militar israelí en Gaza ha matado a más de 39.300 palestinos, según el Ministerio de Salud de Gaza, que no diferencia entre militantes y civiles en su recuento.
[Parte de la información para este artículo fue proporcionada por The Associated Press, Agence France-Presse y Reuters].
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