Corea del Norte se auto-nombró la “gran víctima” en la muerte de un estudiante estadounidense que mantuvo preso durante un año y que murió después de ser liberado en coma.
La agencia oficial de noticias norcoreana (KCNA, por sus siglas en inglés) negó el viernes en un artículo haber tratado de forma cruel o torturado a Otto Frederick Warmbier, cuyo funeral se realizó el jueves en el estado de Ohio, donde reside la familia.
En el artículo, KCNA acusa a Estados Unidos y a Corea del Sur de una campaña de calumnias que insulta lo que llama “el trato humanitario” que recibió Warmbier.
Los médicos que examinaron al joven luego de ser liberado la semana pasada “por razones humanitarias”, dijeron que Warmbier había sufrido severas lesiones neurológicas de causa desconocida.
Su familia dijo haber sido informada que el estudiante de 22 años de la Universidad de Virginia había entrado en coma poco después de ser sentenciado a 15 años de trabajo forzado en marzo de 2016, por robar un cartel propagandístico en Pyongyang, donde se encontraba como turista.
Warmbier falleció el pasado lunes en un hospital de Estados Unidos. Su familia y otros, incluyendo el presidente Donald Trump, culparon a Corea del Norte del estado en que fue devuelto.
Según KCNA, el país trató a Warmbier de acuerdo con la ley nacional y los estándares internacionales.
El artículo criticó además a Corea del Sur por utilizar el caso de Warmbier para pedir la liberación de otros detenidos.