La decisión de reducir el número de tropas estadounidenses en Afganistán está vinculada a las negociaciones intraafganas, dijo a la Voz de América el general retirado estadounidense Joseph Votel en una entrevista.
“Parecería que el inicio de esta [negociación de paz intraafgana] sería una oportunidad en la que podríamos tomar una medida como esta”, dijo Votel.
El general Votel, quien se desempeñó como comandante del Comando Central de Estados Unidos (CENTCOM) de marzo de 2016 a marzo de 2019, subrayó, sin embargo, que Estados Unidos y sus aliados tienen "recursos militares significativos" en la región que podrían servir para responder en caso de un aumento de la violencia en Afganistán.
“Creo que tenemos la capacidad para responder a eso muy, muy rápidamente, por lo que la reducción de fuerzas en el terreno no significa necesariamente que no tengamos la capacidad de traer recursos allí o usar los recursos que quedan para eso", apuntó.
Estados Unidos anunció la semana pasada que reduciría su despliegue de tropas en Afganistán de 8.600 soldados a 4.500 para noviembre.
El actual comandante del CENTCOM, el general Kenneth McKenzie, en una entrevista la semana pasada a la VOA y otros dos medios de comunicación, dijo que la retirada de más de 4.000 soldados para noviembre es un gesto de buena voluntad. Agregó que Estados Unidos quiere demostrar que no “quiere ser una fuerza de ocupación en este país, pero sí tenemos intereses, intereses vitales, que nos obligan a estar seguros de que estas entidades como al-Qaida e ISIS [Estado Islámico ] no pueden ser invitados allí para atacar a Estados Unidos".
El acuerdo entre Estados Unidos y los talibanes, firmado en febrero, ha estipulado una retirada gradual de todas las fuerzas estadounidenses para mayo de 2020, pero solo si los talibanes cumplen las condiciones del acuerdo, cortan los lazos con al-Qaida y negocian un acuerdo de paz con el gobierno afgano.
Votel agregó que espera que Estados Unidos mantenga una presencia militar en Afganistán para apoyar a las fuerzas afganas a defenderse de amenazas internas y externas.
El secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, dijo el martes en un evento en línea en el centro de estudios The Atlantic Council que había menos de 200 agentes de Al Qaeda en Afganistán. Votel señaló, no obstante, que aunque el número de operativos de Al Qaeda podría ser aún menor, Estados Unidos tiene preocupaciones sobre varios otros grupos terroristas en Afganistán y la región.
Un informe de la ONU publicado en mayo que citó a funcionarios afganos dijo que la presencia de varios grupos militantes y de miles de combatientes extranjeros en Afganistán podrían representar una amenaza para la seguridad incluso si el gobierno afgano y los talibanes alcanzan un alto el fuego.
Negociaciones intraafganas
El sábado, el gobierno afgano y los talibanes iniciaron las tan esperadas negociaciones intraafganas en Doha, Qatar. Se espera que las conversaciones se centren en un alto el fuego permanente y un acuerdo para compartir el poder en Afganistán.
Los talibanes han continuado sus ataques contra las fuerzas de seguridad afganas en todo el país. Fuentes del gobierno afgano dijeron a la VOA que al menos 30 miembros del personal de seguridad y decenas de talibanes murieron el jueves cuando los insurgentes atacaron a las fuerzas locales en dos distritos de la provincia oriental de Nangarhar.
Algunos expertos dicen que los talibanes utilizan los ataques como una forma de influencia en las conversaciones.
“El uso de la violencia por parte de los talibanes es su principal forma de influencia. Y han demostrado al frente de las conversaciones que aumentarán la violencia, aumentarán los ataques contra las fuerzas afganas para presionar al otro lado”, dijo a VOA Noticias Scott Worden, director de programas de Afganistán y Asia Central en el centro de estudios United States Institute of Peace (USIP), en Washington.
El general Votel estuvo de acuerdo en que los talibanes aprovechan los actos de violencia, pero señaló que la ventaja del gobierno afgano es que cuenta con el apoyo de Estados Unidos y de la coalición internacional.
Consenso regional
Estados Unidos se ha comprometido a construir un consenso regional para la paz en Afganistán, dijo Votel.
“El embajador [Zalmay] Khalilzad ha liderado un largo proceso político para llegar a este punto, más de dos años invertidos en la construcción de consenso” entre las potencias regionales para iniciar las conversaciones de paz intra-afganas, indicó Votel.
Pakistán y la India, los dos rivales regionales, deberían ver que la paz es de su interés, dijo Votel, y agregó que "les interesa ver una solución a este problema en Afganistán, ver un Afganistán pacífico".
El enviado de Estados Unidos para la reconciliación afgana, Zalmay Khalilzad, visitó Pakistán y la India poco después del inicio de las conversaciones intraafganas. El diplomático habló con los líderes paquistaníes el lunes y les transmitió el aprecio de Washington por el papel de Pakistán en el proceso de paz afgano.
Los líderes paquistaníes se atribuyen el mérito de traer a los talibanes a la mesa, firmar un acuerdo de paz con Estados Unidos e iniciar las conversaciones con el gobierno afgano.
Sin embargo, funcionarios afganos y occidentales han acusado a Pakistán, en particular a su estamento militar, de apoyar y proteger a los talibanes desde el colapso del grupo en 2001. Pakistán ha rechazado esas acusaciones, recalcando que ha sufrido pérdidas humanas y financieras en la guerra contra los grupos terroristas que cruzan las fronteras afganas.
Khalilzad también se reunió con funcionarios indios el martes y discutió el proceso. Hizo hincapié en que "el apoyo regional e internacional es fundamental para el éxito de estas negociaciones y la implementación de cualquier acuerdo", según un comunicado de la embajada de Estados Unidos en Nueva Delhi.
(Carla Babb, corresponsal de la VOA en el Pentágono, Ahmadullah Archiwal en Washington, y Ayaz Gul desde Islamabad, contribuyeron a este informe).