Miles de ciudadanos de Hong Kong chocaron este miércoles con la policía en una protesta por la nueva ley de seguridad nacional aprobada por China que restringe las libertades en el territorio.
La policía usó cañones de agua y gases lacrimógenos contra la multitud, y arrestó a unas 200 personas que pudieran estar violando la nueva ley. Muchos de los manifestantes gritaban “resistir hasta el final” e “independencia para Hong Kong”.
Beijing reveló el martes los detalles de la polémica ley, que lleva a la ciudad, una de las más libres de China y uno de los primeros centros financieros del mundo, a una condición más autoritaria.
La nueva ley ilegaliza las actividades secesionistas, subversivas o terroristas, y la “intervención extranjera” en los asuntos internos de la ciudad. Cualquier persona que participe en actividades separatistas, como gritar consignas o portar carteles y banderas pidiendo la independencia del territorio, estará violando la ley independientemente de que use la violencia.
Los infractores considerados como autores intelectuales de los delitos podrían recibir una pena máxima de cadena perpetua y los más leves enfrentarían penas de prisión de hasta 3 años, detenciones cortas o restricciones.
Los manifestantes se congregaron para el desfile anual conmemorativo del traspaso del territorio de Gran Bretaña a China el 1 de julio de 1997, pero pronto bloquearon calles y al ser perseguidos por la policía huyeron de un lado a otro sin abandonar la protesta.
En Beijing, el vicedirector ejecutivo de la Oficina para Asuntos de Hong Kong y Macao, Zhang Xiaoming, dijo a los reporteros que los arrestados podrían ser juzgados en China.
Algunos grupos cívicos e Hong Kong anunciaron el martes que se disolverían debido a la nueva ley, pero muchos otros activistas y gobierno extranjeros han acusado al gobierno chino de violar los acuerdos de autonomía del territorio firmados a su traspaso.
El gobierno estadounidense ha tomado una serie de pasos después de que China anunció en mayo sus intenciones de aprobar la ley de seguridad nacional.
El secretario de Estado, Mike Pompeo, anunció este mes que Washington no considerará más a Hong Kong como un territorio autónomo de China y el lunes puso fin a las exportaciones a Hong Kong de equipos de defensa y tecnologías.
Gran Bretaña, por su parte, ha dicho que podría abrir sus puertas a casi 3 millones de ciudadanos de Hong Kong que tienen pasaporte británico.
Por su parte, la líder ejecutiva de Hong Kong, Carrie Lam, respaldó firmemente la nueva ley este miércoles en un discurso para conmemorar el 23 aniversario del traspaso.
“Es una decisión esencial y oportuna para restaurar la estabilidad en Hong Kong”, afirmó Lam.