El papa Francisco realizará su primer viaje desde que lo operaron, un exigente periplo que lo llevará a Hungría y Eslovaquia entre el 12 y 15 de septiembre, anunció el Vaticano el miércoles.
Francisco, de 84 años, reconoció que en su viaje más reciente, el que hizo a Irak en marzo, se sintió agotado y contempló la posibilidad de aligerar su frenético itinerario.
Eso fue antes de la operación en que le extirparon parte del colon. El pontífice estuvo 10 días en un hospital de Roma hasta hace pocos días, y sigue en etapa de recuperación.
A pesar de ello, el itinerario publicado el miércoles no refleja letargo alguno. De hecho incluye encuentros que van más allá de los típicos eventos políticos y religiosos de sus viajes, como por ejemplo encuentros con grupos judíos, con grupos de los roma y hasta con el titular del parlamento de Eslovaquia.
Eslovaquia es el destino principal de este próximo itinerario. Francisco estará en Budapest menos de siete horas el 12 de septiembre, principalmente para celebrar la misa de cierre de un cónclave eucarístico internacional.
No es que desestima su visita a Hungría. Allí se reunirá con el primer ministro Viktor Orban y realizará encuentros consecutivos con obispos húngaros y con representantes de grupos cristianos y judíos.
Pero el abreviado itinerario en Hungría parece reflejar que Francisco no quiere aparecer como dándole demasiado apoyo al gobierno derechista de Orban, con el cual mantiene profundas discrepancias en cuanto a la migración y otros temas.
Tras la breve parada en Budapest, Francisco llegará el 12 de septiembre a la capital eslovaca, Bratislava, donde inmediatamente asistirá a un encuentro ecuménico y de allí a una reunión con miembros de su orden jesuita.
El día siguiente lo pasará en Bratislava con visitas protocolares a líderes políticos y discursos a grupos diplomáticos y de la sociedad civil, además de encuentros con curas, monjas y obispos. En la tarde se reunirá con representantes de la comunidad judía eslovaca.
Al día siguiente viajará a Kosice para celebrar una misa bizantina, reunirse con la comunidad roma y con un grupo de jóvenes. Su último día incluye un vuelo a Sastin para una misa de cierre, antes de regresar a Roma.
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