Las mujeres que enfrentan discriminación y marginación pueden ver crecer estos flagelos mucho más durante la pandemia de COVID-19, alertó en un informe a la ONU la organización Human Rights Watch (HRW).
El grupo especializado en la observación de los derechos humanos ofreció los pormenores el viernes ante el relator especial de Naciones Unidas sobre la violencia contra las mujeres.
“Los gobiernos deben hacer más para monitorear e intervenir para prevenir la violencia contra las mujeres durante los encierros de COVID-19”, indica en el informe de 17 páginas de HRW.
El estudio reveló la preocupación de los analistas y estudiosos de HRW porque “las trabajadoras domésticas, las mujeres de edad avanzada, las mujeres con discapacidad”, entre otras, necesitan atenciones de urgencia pueden tener dificultades para obtener estos servicios.
"Las autoridades de todo el mundo deberían estar preocupadas por los informes sobre el aumento de la violencia de género en el contexto de la pandemia de COVID-19 y los cierres asociados", dijo Amanda Klasing, codirectora interina de Derechos de las Mujeres en Human Rights Watch.
El grupo aconseja a las autoridades en todos los países que consideren “que los servicios de violencia doméstica son esenciales durante los confinamientos y que se aseguren de que no se creen nuevas barreras para acceder a estos”.
Como ejemplo, HRW citó lo que sucede en México, según un estudio de la organización.
Allí, asegura la organización, “las mujeres con discapacidad también pueden sufrir abusos cuando viven con miembros de la familia, en particular las mujeres que necesitan formas intensivas de apoyo para las tareas diarias y las necesidades básicas, como vivienda, alimentación e higiene”.
En los países de bajos y medianos ingresos, indica el informe, “más de 300 millones menos de mujeres que hombres están usando internet móvil. Y las mujeres de comunidades marginadas, incluidas las mujeres mayores y las mujeres con discapacidad, en todos los países, pueden experimentar una exclusión desproporcionada del acceso a internet”.
La Convención de Violencia y Acoso de la Organización Internacional del Trabajo de 2019 obliga específicamente a los gobiernos a reconocer y mitigar el impacto de la violencia doméstica en el trabajo. “Los gobiernos deben avanzar hacia la ratificación e implementación de la convención”, urgió HRW.