Los gobiernos alrededor del mundo han usado la pandemia del COVID-19 como su justificación para aumentar la vigilancia digital y la recolección de más información de sus ciudadanos, según un reporte publicado el miércoles.
El “Reporte de la Libertad en la Internet” publicado cada año por la organización promotora de los derechos humanos y la democracia, Freedom House, encontró que actores estatales y privados citaron el COVID-19 para justificar el aumento de la vigilancia y la instalación de nuevas tecnologías que en un tiempo eran consideradas muy intrusas.
Los promotores de los derechos humanos advirtieron que esos nuevos sistemas de tecnologías podrían ser abusados y convertidos en permanentes, particularmente en países autoritarios como China, que fue calificado como el peor abusador de la libertad en internet en el mundo por sexto año consecutivo.
"La historia ha demostrado que las tecnologías y leyes adoptadas durante una crisis tienden a perdurar”, dijo Adrian Shabaz, director de tecnología y democracia de Freedom House y coautor del reporte, en una declaración escrita. “Como ocurrió con el 9/11, veremos el COVID-19 como un momento en que los gobiernos obtuvieron nuevos e intrusos poderes para controlar a las poblaciones”.
El reporte nuevamente señaló a China por críticas específicas como el peor abusador mundial de la libertad en la internet, pero Beijing también encontró nuevos métodos de vigilancia digital durante la pandemia.
El reporte señaló que las autoridades chinas combinaron herramientas de alta y baja tecnología no solo para manejar el brote de coronavirus, pero también para disuadir a los usuarios de internet de compartir información de fuentes independientes que retaran la narrativa oficial.
El reporte concluyó que “la pandemia está normalizando el tipo de autoritarismo digital que el Partido Comunista de China ha buscado por mucho tiempo tener como algo normal”.
“El gobierno de China ya tenía el más sofisticado sistema de censura y control del internet en el mundo”, dijo Sarah Cook, una investigadora en Freedom House.
Avance tecnológico
Agregó que lo que es inusual este año con el COVID-19 es que estas tácticas han estado siendo usadas para la salud pública. La tecnología para vigilancia desarrollada en la región de Xinjiang, como aparatos móviles para sustraer información de los teléfonos de los ciudadanos, está ahora proliferando en otras partes del país.
Hay también algunas mejoras en esas tecnologías de vigilancia, como el refinamiento de la tecnología de reconocimiento facial para poder identificar a personas que usan máscaras o forzar a la gente en China a usar varias aplicaciones de salud con códigos de colores para rastrear las infecciones de ciudadanos.
“Estas realmente no protegen la privacidad y hay iniciativas de investigación que indican que tenían acceso a una puerta trasera de la policía”, continuó diciendo Cook.
Asimismo, los investigadores de Freedom House dicen que individuos en China han reportado instrusiones relacionadas a la pandemia, como cuando se les dice que coloquen cámaras dentro de sus casas y afuera de las puertas para la supuesta vigilancia del confinamiento.
Aparte de la fuerte vigilancia, Cook dijo que el avance del COVID-19 está directamente relacionado al control sobre el internet por parte del Partido Comunista de China.
Usuarios de WeChat
“Lo mismo que identificamos el año pasado como un problema en términos de monitoreo de usuarios de WeChat y represalias contra esos usuarios es exactamente lo que pasó con los doctores como Li Wenliang, que inicialmente intentó compartir información sobre el emergente virus del COVID-19”, agregó.
“De manera, que creo que realmente hay una conexión muy íntima entre el brote y el hecho que China es el peor abusador de la libertad en la internet en el mundo”.
En otras partes del mundo, Islandia se dice goza de la mayor libertad de internet en el mundo, seguida de Estonia y Canadá. El reporte colocó a Estados Unidos en el séptimo lugar, con la libertad en internet deteriorándose por cuarto año consecutivo.