El presidente Barack Obama insiste en que tiene tanto la autoridad como la determinación de tomar una decisión propia sobre un eventual ataque militar a Siria, a pesar que su aliado más cercano, Gran Bretaña, ha dejado en claro que no está dispuesto a acompañarle todavía.
Crecientes voces en el Congreso en ambos partidos han puesto en duda esa autoridad y unos 200 legisladores de ambos partidos han firmado cartas pidiendo al presidente que consulte con el Congreso antes de una acción militar.
El jueves por la noche, el presidente los complació convocando a una conferencia telefónica con 26 de los líderes del Senado y la Cámara de Representantes para compartirles sus ideas sobre cómo responder al uso de armas químicas por parte del régimen sirio del dictador Bashar al-Assad y escuchar sus reacciones.
Uno de los que reaccionó fue el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, Robert Menéndez, quien dijo después de la conferencia, que una respuesta militar de parte de Estados Unidos “está justifica y garantizada”.
De igual manera, el senador republicano Bob Corker, ofreció su apoyo a posibles “ataques militares quirúrgicos y proporcionales dada la fuerte evidencia” de que se usaron armas químicas. No obstante advirtió que “cualquier acción limitada que se tome no debe comprometer más a Estados Unidos en Siria más allá de la actual estrategia”.
La conferencia –en la que el presidente Obama estuvo acompañado por su Asesora de Seguridad Nacional, Susan Rice; el secretario de Estado, John Kerry; el secretario de Defensa, Chuck Hagel; el director de Inteligencia Nacional, James Clapper; y el subjefe del Estado Mayor, Sandy Winnefeld— duró 90 minutos.
Los funcionarios apoyaron al presidente proporcionando evidencia –registros de llamadas y otros informes de inteligencia—sobre los ataques con gases letales.
Se espera que esa evidencia sea presentada públicamente tan pronto como este viernes.
Crecientes voces en el Congreso en ambos partidos han puesto en duda esa autoridad y unos 200 legisladores de ambos partidos han firmado cartas pidiendo al presidente que consulte con el Congreso antes de una acción militar.
El jueves por la noche, el presidente los complació convocando a una conferencia telefónica con 26 de los líderes del Senado y la Cámara de Representantes para compartirles sus ideas sobre cómo responder al uso de armas químicas por parte del régimen sirio del dictador Bashar al-Assad y escuchar sus reacciones.
Uno de los que reaccionó fue el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, Robert Menéndez, quien dijo después de la conferencia, que una respuesta militar de parte de Estados Unidos “está justifica y garantizada”.
De igual manera, el senador republicano Bob Corker, ofreció su apoyo a posibles “ataques militares quirúrgicos y proporcionales dada la fuerte evidencia” de que se usaron armas químicas. No obstante advirtió que “cualquier acción limitada que se tome no debe comprometer más a Estados Unidos en Siria más allá de la actual estrategia”.
La conferencia –en la que el presidente Obama estuvo acompañado por su Asesora de Seguridad Nacional, Susan Rice; el secretario de Estado, John Kerry; el secretario de Defensa, Chuck Hagel; el director de Inteligencia Nacional, James Clapper; y el subjefe del Estado Mayor, Sandy Winnefeld— duró 90 minutos.
Los funcionarios apoyaron al presidente proporcionando evidencia –registros de llamadas y otros informes de inteligencia—sobre los ataques con gases letales.
Se espera que esa evidencia sea presentada públicamente tan pronto como este viernes.