La oposición venezolana derrotó holgadamente este domingo al chavismo en Barinas, considerado su estado político cuna, donde nació el expresidente Hugo Chávez y gobernó su familia durante 23 años.
La Voz de América destaca ocho puntos clave en esa victoria opositora en una región donde el chavismo invirtió en vano su tiempo y sus recursos para ganar.
1. La derrota de la dinastía Chávez
Barinas era tierra de los Chávez. La familia del expresidente venezolano gobernó durante 23 años en esa región llanera. Hugo de los Reyes Chávez, padre del expresidente venezolano, ganó tres elecciones para esa gobernación (1998, 2000, 2004); otro de sus hijos, Adán, triunfó en dos ocasiones (2008, 2012); y otro hermano del exmandatario, Argenis Chávez, gobernó desde 2017.
El último gobernante de esa dinastía familiar perdió la elección del pasado 21 de noviembre por una diferencia de poco menos de 200 votos o 0,39%.
Si bien el candidato oficialista para la nueva votación, Jorge Arreaza, no tiene vínculos sanguíneos directos con los Chávez, sí está vinculado a la familia: estuvo casado con una de las hijas de Chávez, con quien concibió un hijo; y contó con el apoyo en campaña de dos de las hijas del dignatario fallecido.
2. El gesto inédito de Arreaza
El excanciller y candidato del oficialista Gran Polo Patriótico en Barinas, Jorge Arreaza, reconoció su derrota en Twitter una hora y media antes de que el poder electoral anunciara los resultados de la votación. “Nuestras estructuras del PSUV indican que, aunque aumentamos en votación, no hemos logrado el objetivo”, escribió el abanderado del gobierno de Nicolás Maduro.
Su gesto se consideró inusual en un país cuyas normas electorales impiden a los candidatos ofrecer proyecciones sobre el sufragio y donde, además, analistas, electores y bandos políticos suelen interpretar el llamado “carómetro” antes de conocerse resultados oficiales, es decir, de examinar cuán felices o tristes lucen los candidatos y miembros del equipo de campaña de determinado bloque.
Hubo dirigentes que elogiaron a Arreaza por su gesto, como Carlos Valero, del partido opositor Un Nuevo Tiempo. “Con usted he tenido y tengo diferencias inmensas, pero valoro positivamente su pronunciamiento”, le escribió.
Claudio Fermín, otro de los candidatos a la gobernación, subrayó el reconocimiento de Arreaza. “Es completamente distinta a la conducta de desconocimiento que hubo” en las elecciones de noviembre, opinó.
3. El modelo nicaragüense falló
La oposición venezolana denunció que el chavismo usó su control sobre el poder judicial -tiene mayoría de magistrados en el Tribunal Supremo- y electoral -tres de los cinco rectores principales tienen vínculos con el oficialismo- para estorbar la designación de candidatos en el estado Barinas.
Una sentencia inhabilitó a Freddy Superlano, candidato ganador de la elección anulada de noviembre, por presuntas denuncias en su contra en la Contraloría General. Luego, en el nuevo proceso, el sistema de postulaciones del Consejo Nacional Electoral impidió que la Mesa de la Unidad Democrática inscribiera a dos candidatos de su preferencia, entre ellos la esposa de Superlano.
Dirigentes de la plataforma unitaria compararon la estrategia política con la utilizada por el gobierno de Daniel Ortega en Nicaragua, donde se inhabilitaron, encarcelaron o exiliaron hasta siete candidatos presidenciales.
Finalmente, la oposición escogió como su abanderado en Barinas a Sergio Garrido, un político con trayectoria en el partido Acción Democrática, quien ganó en noviembre una curul en el Consejo Legislativo de Barinas. Esta figura obtuvo una victoria contundente este domingo, con 14 puntos de ventaja.
4. Derrota en casi toda Barinas
La victoria de la oposición en el estado cuna del chavismo fue más contundente que la obtenida hace poco menos de dos meses. En noviembre, su triunfo fue de solo 0,39% de ventaja sobre el chavismo, mientras que este domingo hizo lo propio con 14 puntos porcentuales de diferencia con el abanderado oficialista.
El gobernador electo Sergio Garrido ganó en 10 de los 12 municipios de Barinas. Jorge Arreaza, del Partido Socialista Unido de Venezuela, solo lo superó en votos en los distritos Alberto Arvelo y Arismendi. En algunos de ellos, el candidato de la oposición duplicó los votos de su contendiente.
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5. Disidencia derrotada
Dos candidatos de la oposición disidente de Juan Guaidó, a quien la plataforma unitaria reivindica como presidente encargado constitucional de Venezuela, resultaron derrotados abrumadoramente en las elecciones de Barinas.
Claudio Fermín, un excandidato presidencial nacido en ese estado llanero, pero con vida política en Caracas, aspiró a la gobernación por la Alianza Democrática, un bloque de movimientos independientes y de partidos tradicionales de oposición cuyas directivas fueron intervenidas por sentencias judiciales.
Fermín solo obtuvo 1,77% de los votos, es decir, poco más de 5.000 opciones a su favor. Su Alianza Democrática pasó de haber logrado 44.999 votos en noviembre a solo 5.565 este domingo. Dos partidos de ese bloque, Avanzada Progresista y Fuerza Vecinal, se aliaron en estas nuevas votaciones con el candidato de la Mesa de la Unidad Democrática y no con Fermín.
Igual destino tuvo en esta elección Adolfo Superlano, quien introdujo ante el TSJ la solicitud contra el proceso de noviembre que abrió la puerta a su repetición. Ese candidato, respaldado por apenas dos partidos conformados por disidentes de la oposición mayoritaria, logró 4.790 votos a su favor (1,53%).
6. Valentía por el revocatorio
La clara victoria de la oposición en el estado natal de Hugo Chávez es combustible para la idea de realizar este año un referendo revocatorio contra el presidente Nicolás Maduro, al menos ante los ojos de sus promotores.
“Soplan vientos de revocatorio en los cielos de Barinas para Venezuela”, opinó el politólogo y líder del Movimiento por la Democracia e Inclusión, Nicmer Evans.
La Constitución venezolana permite que 20% de los electores de determinada circunscripción nacional o regional puedan solicitar un referendo revocatorio contra cualquier funcionario electo por votación popular. Esta semana, está convocada una movilización en todos los estados de Venezuela para acudir hasta las sedes del Consejo Nacional Electoral para promover su convocatoria.
Analistas y dirigentes opositores han advertido, sin embargo, de las trabas burocráticas, políticas y judiciales que el chavismo ha colocado a las solicitudes de los revocatorios en el pasado, el más reciente de esas solicitudes en 2016.
El analista e historiador George Eickhoff consideró, de hecho, que la derrota en Barinas “es una razón más” para que el chavismo boicotee el revocatorio.
Otro de sus promotores, el expreso político Braulio Jatar, consideró que el resultado de Barinas es un “claro y contundente mensaje” a favor del revocatorio presidencial. A su juicio, la mesa de negociación de México, suspendida desde octubre, debe debatir sobre su eventual convocatoria.
7. No valió la intervención del Estado
El gobierno del presidente Nicolás Maduro volcó esfuerzos de sus ministerios e instituciones a favor del candidato oficialista Jorge Arreaza en Barinas, según denunciaron voceros opositores y un rector del Consejo Nacional Electoral.
Roberto Picón, del directorio del poder comicial, tomó nota del “despliegue” en el estado llanero de diputados, ministros, presidentes de institutos, corporaciones y bancos del Estado venezolano, hasta de cuerpos de seguridad, para beneficiar la campaña electoral del aspirante del partido gubernamental.
Sergio Garrido, gobernador electo este domingo, dijo el domingo que su plataforma venció los “obstáculos” y las “adversidades” de las últimas semanas.
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8. Hubo mayor participación
La nueva votación en el estado Barinas estuvo marcada por el aumento de la participación. Este domingo, hubo 5,8% más votantes que en la elección celebrada el pasado 21 de noviembre.
Este fin de semana, acudieron 314.697 barinenses a las urnas electorales, es decir, 51,79% del padrón regional. Hace mes y medio, hicieron lo propio 278.879 votantes (45,9% de participación). Analistas advirtieron el año pasado que las probabilidades de éxito de la oposición aumentaban a medida que se elevaba la participación y disminuía la abstención, según sus encuestas.
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