El derribo del avión de Malaysia Airlines el pasado 17 de julio podría considerarse un crimen de guerra, según declaró este lunes la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos (OACDH).
El alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, pidió una "investigación inmediata, exhaustiva, eficaz, independiente e imparcial" del derribo del avión que dejó 298 muertos, al cual calificó como un incidente "horrendo".
La OACDH además presentó un nuevo informe en Ginebra sobre la situación en el este de Ucrania.
Según el informe, que no considera el accidente ya que fue elaborado antes del siniestro, "al menos 1.129 personas han muerto y 3.422 han resultado heridas" desde mediados de abril en los combates entre separatistas pro-rusos y el Ejército ucraniano.
Pillay afirmó que la intensificación de los ataques son "extremadamente alarmantes", añadiendo que ambas partes "empleaban armamento pesado en zonas residenciales, incluyendo artillería, tanques, cohetes y misiles".
"Insto a todas las partes a poner fin a la ley de las armas y restaurar el respeto por el Estado de Derecho y los derechos humanos", concluyó Pillay.
