Un “paro armado” de 72 horas declarado el viernes por la guerrilla colombiana Ejército Nacional de Liberación, ELN, en varios departamentos del noreste de Colombia, dejó un militar muerto, varios heridos, vías bloqueadas, escasez de alimentos y ataques a infraestructuras y otros blancos.
La guerrilla informó en un comunicado de seis puntos divulgado por internet que el paro tenía como objetivo presionar al gobierno del presidente Iván Duque a regresar a la mesa de conversaciones.
En estos “paros armados”, la guerrilla suele restringir el desplazamiento de vehículos por carreteras y la movilidad de las personas. También amenaza con ataques a quienes transiten por las vías, incluyendo a caravanas escoltadas por el ejército.
La guerrilla del ELN está conformada por unos 2.000 combatientes y es considerada como una organización terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea.
Mediante comunicados los guerrilleros instaron a la población a acatar la amenaza armada en departamentos como Norte de Santander, Arauca, Cesar, Chocó, Cauca, Valle del Cauca y Nariño, cerca de la frontera con Venezuela.
Manuel Pérez Martínez, comandante del Bloque Nororiental del ELN, que opera en la zona, dijo en un mensaje de audio que “acatar esta orden de no movilizarse por las rutas de transporte durante las 72 horas de paro armado es lo más conveniente para la población, ser prudente y mantenerse en sus viviendas evitará lamentar consecuencias”.
Se reportaron varios ataques y hechos violentos, como la quema de vehículos de transporte público, un atentado contra un oleoducto.
Un suboficial del ejército murió por disparos de un francotirador, informó por Twitter el jefe del ejército, Eduardo Enrique Zapateiro Altamiranda.
Miembros del ELN lanzaron también dos granadas contra la estación de policía del municipio de Curumaní, en el departamento del Cesar, en un hecho que dejó varios heridos y daños materiales.
Las fuerzas militares y de policía respondieron al paro armado reforzando la presencia en las vías del país e hicieron frente a la arremetida subversiva. Los militares custodiaron caravanas de vehículos de carga y de transporte público.
El gobierno implementó además mecanismos para responder por la quema o destrucción de los vehículos, como dijo el presidente Duque.
“El estado colombiano está listo, presto siempre para defender la vida, honra, bienes, derechos y libertades de los colombianos”.
Duque dijo que su gobierno no se dejará chantajear por el ELN para reanudar los diálogos de paz, suspendidos desde enero del año pasado cuando la guerrilla mató a 22 cadetes de policía en un atentado.