A primera vista, el complejo beisbolero de Coquivacoa es una especie de santuario donde el béisbol es dueño y señor. En lo que hoy parece un juego, se forman los futuros profesionales del béisbol venezolano. Estas imágenes cuentan su historia.
La pasión de los niños venezolanos por el béisbol
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Christian Morillo y Diego García, de siete y cinco años, practican béisbol al menos tres veces a la semana en Venezuela.
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Las Pequeñas Ligas de Venezuela tienen 64 años de fundada y han logrado seis campeonatos mundiales y cerca de 50 títulos latinoamericanos.
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Hay niños venezolanos jugando béisbol sin guantes o tacos propios, pero con sus sueños de ser grandeligas aún intactos.
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Al menos 6.200 peloteros de entre cinco y 17 años practican oficialmente el béisbol en Venezuela y 3.000 de ellos lo hacen en Zulia.
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“La idea es que no solamente aprendan a jugar béisbol, sino que también se le enseña a ser buenos ciudadanos”, dice Lewis González, entrenador.
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Los 45 estadios de las Pequeñas Ligas de Venezuela muestran deficiencias en sus campos, así como han sufrido de hurtos de cableado eléctrico y salas sanitarias.
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Coquivacoa es un complejo beisbolero enclavado dentro de un colegio de la urbanización San Jacinto de Maracaibo, de las más extensas de la ciudad.
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Jorge Cabrera, entrenador de las Pequeñas Ligas, espera su oportunidad de jugar en una liga profesional enseñando a decenas de niños los fundamentos del béisbol.
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Al menos 6.200 peloteros de entre cinco y 17 años practican oficialmente el béisbol en Venezuela y 3.000 de ellos lo hacen en Zulia
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Coquivacoa es una de las ligas más grandes de Venezuela. En ella, entrenan 600 peloteros y decenas de integrantes del cuerpo técnico conforman 34 equipos.
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La crisis económica de Venezuela arremete contra los bolsillos de los padres de los muchachos peloteros, si bien las Pequeñas Ligas solicitan formalmente una mínima colaboración.