La Casa Blanca acusó el lunes al nuevo presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, de "hacerle el juego a la extrema derecha" de su partido en la cuestión inmigratoria.
El portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, dijo que los recientes comentarios de Ryan sobre la reforma inmigratoria son absurdos y decepcionantes.
El legislador republicano dijo el domingo que ha descartado aprobar un proyecto de ley integral en materia de inmigración mientras el presidente Barack Obama esté en el cargo. Afirmó que no se puede confiar en Obama al respecto porque eludió al Congreso para tomar acciones ejecutivas que protegieron de la deportación a millones de personas que viven en el país sin autorización legal.
Earnest calificó de "irónicas" las declaraciones. Explicó que Ryan apoyó un acuerdo inmigratorio y después no lo apoyó cuando salió a votación en la cámara baja.
Ryan está maniobrando cuidadosamente en la cuestión inmigratoria, que durante mucho tiempo había sido una prioridad para él.
Dado que la mayoría de los conservadores en la cámara se abstienen de todo lo que pueda constituir una "amnistía" para los aproximadamente 11,5 millones de inmigrantes que se calculan viven ilegalmente en Estados Unidos, Ryan ha insistido en que no propugnará por una ley inmigratoria amplia mientras Obama sea presidente.
Es una nueva posición para Ryan, quien hasta el año pasado trabajaba en la cámara para promover una ley inmigratoria después que el Senado aprobó un proyecto amplio que incluyó un mecanismo de naturalización para los inmigrantes. Las gestiones secretas se derrumbaron después que el exlíder de la mayoría Eric Cantor perdió en una elección primaria republicana en junio del 2014, atribuida al apoyo que dio a una ley inmigratoria.