Mientras miles de estadoundenses esperan con sorpresa la llegada del transbordador Atlantis, para otros este tipo de eventos trae malos recuerdos a la memoria.
La nave, proveniente del espacio aterrizará este próximo jueves, 20 de julio (2011) en el Centro Espacial Kennedy, en Florida, poniendo fin a tres décadas del programa de transbordadores de la NASA, con lo que Estados Unidos queda sin un vehículo para llevar astronautas al espacio por varios años.
El corresponsal de la VOA, Greg Flakus, informa que para muchos residentes de Nacogdoches, en el este de Texas, el último aterrizaje de un transbordador les trae recuerdos del transbordador Columbia, que explotó cuando sobrevolaba por el área hace más de ocho años.
Nacogdoches es un pueblo tranquilo, con calles de ladrillos rojos llenas de tiendas de antigüedades y pequeños cafés. Pero el cielo literalmente cayó sobre ese poblado el 1 de febrero de 2003, cuando el transbordador Columbia estalló en su reingreso a la atmósfera, algo que mucha gente no olvidará.
Una investigación posterior mostró que escombros golpearon la cubierta protectora del transbordador durante el lanzamiento, dañando la cobertura contra el intenso calor generado por la alta velocidad en su reingreso a la Tierra.
Una parte enorme del Columbia fue encontrada en el centro de Nacogdoches, en un estacionamiento, detrás de un banco. El historiador local Archie McDonald dice que la tragedia del Columbia dejó una duradera impresión en la gente del pueblo.
“En un pequeño pueblo o gran ciudad, detestas ver algo como lo que sucedió. Porque de alguna manera, esas siete personas estaban representándonos a todos nosotros y estábamos indirectamente participando en la exploración espacial”, dijo McDonald.