Estados Unidos advirtió en privado a Rusia que no despliegue armas nucleares en el espacio, informó The Wall Street Journal el 22 de febrero. Esto sucedió tras reportes de medios que citaban fuentes de inteligencia de EEUU que indicaron que los planes de Moscú para desarrollar un arma espacial nuclear constituyen una amenaza significativa para la seguridad nacional estadounidense.
La advertencia a Rusia es “parte de una campaña diplomática que la administración Biden está montando para evitar la amenaza que también implica acercamientos a China, India, las naciones del G7 y otros aliados cercanos con intereses en el espacio y canales hacia Moscú”, escribió The Wall Street Journal.
Mientras los detalles sobre los hallazgos de la inteligencia estadounidense permanecen secretos, la Casa Blanca dijo que Rusia intenta colocar un arma nuclear en el espacio para su posible uso contra satélites.
El presidente ruso Vladimir Putin desestimó las acusaciones como infundadas y falsas.
En su discurso ante el parlamento ruso el 29 de febrero, Putin dijo que Moscú no tiene planes de desplegar armas nucleares en el espacio exterior y acusó a Estados Unidos de bloquear un acuerdo redactado por Rusia que prohibiría tales despliegues:
"Ellos [Estados Unidos] han hecho recientemente acusaciones infundadas, en particular contra Rusia, en relación con sus planes para desplegar armas nucleares en el espacio. Tales narrativas falsas, y esta historia inequívocamente falsa, están diseñadas para involucrarnos en negociaciones sobre sus condiciones, que sólo beneficiarán a Estados Unidos”, dijo Putin.
“Al mismo tiempo, han bloqueado nuestra propuesta que ha estado sobre la mesa durante más de 15 años. Me refiero al acuerdo para impedir el despliegue de armas en el espacio ultraterrestre, que redactamos en 2008. No ha habido ninguna reacción al respecto”.
Eso es engañoso.
Putin no mencionó que el Tratado sobre el Espacio Ultraterrestre de 1967 prohíbe el despliegue de armas nucleares en el espacio. Tanto Estados Unidos como la entonces Unión Soviética estuvieron entre las 110 naciones que ratificaron el tratado. Otros 89 países firmaron el tratado pero aún no lo han ratificado.
Este tratado prohíbe la colocación de “armas nucleares o cualquier otro tipo de armas de destrucción masiva” en la órbita de la Tierra, la Luna o en cualquier otro cuerpo celeste, incluso en una estación en el espacio exterior. Además de las armas nucleares, el término “armas de destrucción masiva” incluye armas químicas, biológicas y radiológicas.
Al citar el “acuerdo para prevenir el emplazamiento de armas en el espacio ultraterrestre” redactado en 2008, Putin se refería al “Tratado para la prevención del emplazamiento de armas en el espacio ultraterrestre y la amenaza o el uso de la fuerza contra objetos situados en el espacio ultraterrestre” o PPWT, que Rusia y China presentaron conjuntamente en la Conferencia de Desarme respaldada por la ONU en Ginebra en 2008.
Estados Unidos se opuso al proyecto de tratado chino-ruso, principalmente porque no tenía en cuenta los sistemas terrestres antisatélites que China y Rusia están desarrollando activamente.
En junio de 2014, Rusia y China presentaron un borrador actualizado del PPWT, que nuevamente no incluía los sistemas capaces de atacar satélites desde tierra. Hasta 2024, Estados Unidos, China, India y Rusia han desarrollado y probado con éxito tales sistemas, según se informa, han destruido satélites.
Cuatro presidentes de Estados Unidos han estado en el cargo desde que se redactó el PPWT en 2008, y todos ellos expresaron las siguientes preocupaciones (como las expresó el 22 de marzo de 2022 en la Conferencia de Desarme en Ginebra, Michael Aho, entonces asesor de la delegación de Estados Unidos a la conferencia):
- El borrador no tiene en cuenta “las armas antisatélites de países que buscan negar a otros países el uso y los beneficios del espacio ultraterrestre a través de sistemas terrestres, que representan las amenazas más apremiantes a los sistemas en órbita en la actualidad”.
- El PPWT no ofrece ningún mecanismo de verificación, por lo que “no se puede lograr la verificación del cumplimiento por parte de otros”.
- El amplio uso del lenguaje en el borrador permite la manipulación. Por ejemplo, no se pueden definir “armas en el espacio” porque muchos sistemas espaciales tienen propósitos duales.
- El borrador “no aborda las preocupaciones sobre una posible capacidad de almacenamiento y fuga, así como el comportamiento potencialmente preocupante de los objetos espaciales rusos que operan en las proximidades de los objetos espaciales estadounidenses”.
Según Kari Bingen, directora del Proyecto de Seguridad Aeroespacial del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales de Washington, un misil antisatélite convencional puede destruir sólo un satélite, mientras que un misil antisatélite nuclear puede destruir muchos satélites y causar daños estratégicos:
“Una detonación nuclear en el espacio, la veo como un arma de uno contra muchos. Si su objetivo es apuntar y eliminar tantos satélites como pueda, puede buscar la opción nuclear. Crear una gran detonación que destruye cualquier satélite dentro de alcance y luego crea un ambiente de alta radiación que degrada incluso más satélites con el tiempo”.
[El artículo fue originalmente publicado por Polygraph y traducido por Mila Cruz].
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