El 28 de agosto será la primera audiencia sobre la imputación de que el expresidente Donald Trump presuntamente intentó subvertir las elecciones presidenciales 2020.
Pero este juicio podría demorarse meses, entre entregas de pruebas a la defensa, disputas legales sobre cuáles evidencias son admisibles y la selección del jurado.
La fiscalía federal busca un juicio rápido, mientras se espera que el equipo de Trump intente retrasarlo.
Elaine Kamarck del Brookings Institution dijo a la VOA:
“Estamos en una especie de territorio desconocido."
Y añadió: "Acaba de ser acusado de delitos. Y la forma en que esto se desarrollará es que no tendremos muchas de estas decisiones hasta el próximo año, posiblemente incluso después de las elecciones".
En las próximas semanas, Trump también podría enfrentar una cuarta acusación en Georgia, sobre sus presuntos esfuerzos para anular los resultados de las elecciones de 2020 en ese estado.
La fiscal encargada, Fani Willis, dirige la investigación y se espera que anuncie sus acusaciones antes del primero de septiembre. La investigación incluye la llamada de Trump con el secretario de estado de Georgia, Brad Raffensperger.
Donald Trump, expresidente de EEUU, al teléfono con Brad Raffensperger, le pidió en 2020: "Así que mira. Todo lo que quiero hacer es esto. Solo quiero encontrar 11,780 votos, que es uno más de los que tenemos porque ganamos el estado.”
Entre tanto, el juicio en el caso de Manhattan, sobre pagos a cambio del silencio de una actriz pornográfica, está programado para marzo, menos de tres semanas después del Súper Martes, cuando votarán más de una docena de estados.
Y el juicio contra Trump en Florida, centrado en su manejo de documentos clasificados, está fijado para el 20 de mayo, después de la mayoría de las elecciones primarias.
La programación de todos los juicios de Trump tendrá un impacto significativo en su campaña electoral porque se le pedirá que comparezca en persona para lo que podrían ser procedimientos largos en cada caso. Según la Constitución de EEUU, Trump aún puede postularse para presidente y ser elegido incluso si es condenado. Sin embargo, el país nunca se ha enfrentado a este posible escenario.